martes, 13 de septiembre de 2016

Un toro quita a otro toro

    La entrada de hoy va a ser breve pero les voy a poner deberes. Para entenderla tienen ustedes que ir a mi blogoteca (se dirá así?) y leer: "El día que mataron a Volante" (11 de septiembre del 2012) "Y mañana matarán a Langosto" (16 de septiembre del 2013) ""Elegido va a morir" (15 de septiembre del 2015) y "Otro año, otro toro" (14 de septiembre del 2016). Cuando hayan leído las cuatro entradas, y si han visto o leído las noticias del día, comprenderán que, con gran alegría, puedo hasta dar por concluida mi entrada de hoy porque  "Pelado", negro zaíno, de 640 kg, ha vuelto a los corrales vivito y coleando;  o quizás coleando poco porque un encierro es una prueba atlética para el animalito, pero vivo al fin.

    El Toro de la Vega, esa salvajada que algunos visten de tradición, ha sido sustituída por el Toro de la Peña, que consiste en soltar un toro por las calles de Tordesillas pero esta vez sin acribillarlo a pinchazos, por supuesto sin matarlo y por supuesto, sin toda la orgía de sangre que aquello desplegaba a su alrededor. Y ha sido una sustitución por decreto ley, nada arbitraria, promulgada por el gobierno conservador de la región de España a la que pertenezco, y protestada por los lugareños con su alcalde socialista a la cabeza. Hagamos un inciso: que alguien ponga una cabeza pensante al frente del PSOE, por favor! No sólo su secretario general ha perdido la oportunidad de pasar a la historia como un hombre de estado sino que su alcalde de Tordesillas ha perdido también la oportunidad de ser la persona razonable que terminara con un rito atávico e inhumano. 

    Bien pues, este año puedo dar carpetazo a una de las obsesiones recurrentes de mi blog, y ya no tendré que escribir cada segundo martes de septiembre contra el Toro de la Vega y contra todos los que no conciben hacer una fiesta sin que corra la sangre de algún bicho y, a ser posible, con ensañamiento y crueldad contra él. Y sigo insistiendo en que no votaré nunca al PACMA, no soy vegetariana y no me gustan los animales ni son sujeto de mis preocupaciones. La crueldad humana, por contra, si me preocupa:  se empieza ejerciéndola contra los animales y después cualquier cosa puede pasar...Una obsesión eliminada y aún me quedan varias batallas pendientes: los horarios de España, el amigo invisible navideño, que quiten "Sálvame" incluso de Telecinco, el final de la Fórmula 1 y el bipartidismo español. Visto lo logrado con el toro, persevero en las otras causas.

    Tordesillas ha sido hoy un campo de batalla de manifestantes de uno y otro lado que al parecer han acabado a palos entre ellos (qué les decía hace un momento?) pero "Pelado" a vuelto a los corrales poco después de mediodía con toda su integridad física intacta. Qué va a pasar ahora con el torito? pues me temo que acabe sacrificado igual, pero como muchos de sus hermanos y primos y no con escarnio público. En ese berenjenal no voy a meterme, porque a mi edad, la política y la protesta, comienzan  a ser el arte de lo posible. 


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