martes, 25 de agosto de 2015

Veraneo sin conexión, II

    Tengo con la televisión una relación discontínua. En mi infancia era la única ventana al mundo posible, y debo reconocer que buena parte de mis sueños y de mis inquietudes juveniles se las debo a ella, al cincuenta por ciento con el cine. Pero con los años dejé de fijarme en ella y ahora no le dedico ni cinco minutos al día. Y es más,  voy a salir del armario: no sé cómo se enciende la televisión de mi casa, que es un modelo un tanto sofisticado con descodificador, altavoces especiales y no sé cuántos mandos a distancia y que no me compensa lo que tardo en comprender cómo encenderla para  simplemente  ver las noticias o el tiempo; acabo antes apretando el botón de mi iPad. 

    Pero en la cueva de Altamira donde veraneo, la televisión es de nuevo nuestra única ventana al exterior (eso si no sopla fuerte el Poniente que entonces hay interferencias) así que en las últimas semanas me he hecho una pequeña cura televisera, de la que no me quejo, a pesar de oir cosas como "el problema genérico del verano es el calor" o "vamos a recepcionar fuertes tormentas en el archipiélago balear"...El maldito verbo recepcionar se ve que ya tiene hasta utilidad metereológica!  También he pasado varias tardes viendo como operaban de un tumor en el útero a una gallina ponedora o le sacaban un tornillo de la nariz a un pastor alemán, y todo porque a mis hijos les encantan los animales y han descubierto (valga la redundancia) el canal Discovery, donde después de comer se ocupan principalmente de la cirugía veterinaria, por lo que veo. 

    Y un verano más,  me he dado el gusto de comprobar que la publicidad española sigue siendo ocurrente y bastante eficaz en sus mensajes, a pesar de que ha bajado varios enteros en los últimos años. De este verano me quedo con el anuncio de Aquarius: 


    O con este otro de ING, aunque a los bancos, como al enemigo, no les demos ni agua, hay que reconocer que este anuncio lo han clavado: 


    Y para terminar, los anuncios de la DGT para intentar reducir los accidentes de carretera, que  molestan a mucha gente por su crudeza así que, probablemente, cumplan con la finalidad para la que han sido creados:



    Ya ven ustedes, he sido capturada por la televisión a falta de Internet, pero como sé que es una enfermedad pasajera no me preocupa excesivamente; lo que sí me inquieta es pensar que hay muchas personas capturadas por la televisión de forma permanente, sobre todo nuestros mayores, muchos de ellos sin otra fuente con la que contrastar tanta patochada como las que vemos en la que otrora fuera la pequeña pantalla y ahora es frecuentemente la más grande de la casa.

   Y para terminar el resumen del veraneo, una frase del anuncio de Aquarius a la que he decidido darle la vuelta; en él se dice que "el verano hace bueno al invierno" y a mí lo que me parece es que el invierno es simplemente un peaje que hay que pagar para que llegue el verano. Y mañana, 26 de agosto, sin tener que pagar peaje alguno, cuatro años con ustedes, escribiendo, contando, gruñendo y esperando seguir haciéndolo sin ofender a nadie y con lectores que me lean. Gracias a todos ustedes, los de países remotos (que los hay) y los de mi ciudad; los que dicen "me gusta" en Facebook y los que no dicen nada, e incluso gracias a los que me dicen que no les gusta. Después de cuatro años aún me quedan ganas de seguir contando. Me doy por muy bien pagada. GRACIAS!

 

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