martes, 27 de mayo de 2014

Y cómo es él?

empezamos con una canción que, no sé porqué, me parece evocadora:


    No sé si estoy teniendo estos días la suerte o la desgracia de pasar la fase postelectoral en la madre patria. La suerte por todo lo que me estoy enterando, la desgracia, por lo mucho que me están saturando. Estos días, mis lentos desayunos de churros y pan con aceite  tienen como música de fondo las tertulias radiofónicas donde el protagonista absoluto es ese muchacho de la coleta, llamado Pablo Iglesias (también es coincidencia...)  que de la nada se ha sacado cinco eurodiputados y tiene alborotado a todo el personal opinador. Incluyendo dentro de personal opinador  a todos los que, ademàs, son expedidores de noticias y chascarrillos varios vía Facebook. A mí ya me ha llegado de todo: desde que es pariente de Hugo Chàvez, hasta que lo financian los iraníes, pasando por anécdotas varias de su trabajo como profesor universitario en donde sólo falta un lío de faldas con una alumna. Este hombre no sabe la que se le va a venir encima simplemente por haber desafiado el sistema establecido...que està pidiendo a gritos que lo desafíen. 

    Yo me empleo a fondo en intentar conocer no sólo al personaje ( de ahí la canción de Perales) sino sobre todo al movimiento que encabeza, porque me parece que de ahora en adelante asistiremos a corrimientos de tierra bastante espectaculares en el paisaje político. Por ahora ya han conseguido que se marche Rubalcaba y que Rajoy admita que hay que darle una vuelta de tuerca al partido, que la cosa no està para celebraciones. Me parece prodigioso que gracias al profe de la coleta, a los catalanes y a Rosa Díez, por primera vez en muchos años y muchas elecciones no salga todo hijo de vecino y politicastro diciendo que han ganado. Ya sólo por eso hay que darles las gracias.

    La cosa parece que se va a animar y si no fuera por muchas de las cosas que acontecen màs allà de los Pirineos hasta estaría alegre como unas maracas. De Polonia van a llegar al Parlamento europeo unos señores que  quieren quitarle el derecho de voto a las mujeres, de Hungría otros bastante parecidos, y de repente, en Francia, el país de mis sueños juveniles de liberté, egalité y fraternité, se alza como partido màs votado uno abiertamente racista, xenófobo y negacionista. Hay quién de más? Lo que me revienta es que si los secuaces de la rubia Marine siguen su racha triunfal, voy a tener que abstenerme de visitar París, uno de mis destinos favoritos. Para que luego digan que la política no se mezcla con nuestra vida cotidiana... Amigos franceses de Francia (porque dentro de nada si no se es francés de pata negra no te van a dejar ni votar) : un poco de cordura, por favor! No se hizo 1789 para esto...

lunes, 26 de mayo de 2014

En el día del Señor

    Les escribo desde mi casa del pueblo, recuerdan? Aquella que no es casa ni está en un pueblo, pero que a mí me sirve para hacerme la ilusión de estar sentada en la puerta de un andurrial de cualquier carretera de la estepa castellana viendo pasar coches mientras bebo agua del botijo que tengo a la sombra. La realidad es que les escribo pegada al balcón (para poder pillar la wi-fi libre) y que como hace frío, me estoy tomando un café. Quizàs debiera empezar hablando de las elecciones de ayer, porque en la entrada inmediatamente anterior a esta les animaba a todos ustedes a votar, pero el día del Señor y de las urnas que fue ayer ha dado mucho de sí. 

    La víspera ya se me llenó la casa de hinchas del Atleti (todos menores de edad) que tuvieron que ver como el equipo de sus amores perdía miserablemente mientras sus madres, e incluso abuela, cotorreabamos, comíamos y bebíamos de lo lindo y les asegurábamos a estas criaturas forofas que perder, y hacerlo con galanura, es muy importante en la vida. Claro que, también hay que saber ganar con el mismo señorío, y espero que Florentino Pérez, a quien no conozco pero me parece un señor bien educado, le de una buena colleja a ese engendro llamado Cristiano Ronaldo y le diga que le pagan (y muy bien) por jugar al fútbol, no por parecerse al increíble Hulk después de haber marcado...de penalty! Y no estaría mal que le enseñasen aquello del respeto por el rival, etc. etc, o que le descuenten sueldo cada vez que se quite la camiseta. 

    Al día siguiente voy a una primera comunión donde veo que, a pesar de los muchos años trascurridos desde que fui a la última, el traje de almirante de la marina sigue siendo un indispensable en estos eventos. Eso me recuerda que tengo que investigar de dónde viene esa querencia de las madres españolas por vestir a sus hijos comulgantes de jefes del estado mayor de la armada, alguna explicación histórica tendrà, digo yo. Por cierto, de paso que asistía a la comunión me escuché una misa entera, algo que también hace mucho tiempo que no me ocurría, y constaté con satisfacción que eso de "hablar como un cura" sigue estando en vigor,  los curas de ahora siguen empleando el mismo tono pero con errores sintácticos que a los de antes les pulían en los seminarios: "vamos a intentar anunciarlos el mensaje de Cristo", nos ponemos de piés"...Con un bonito detalle por parte del curita de ayer, al terminar la misa se ahorró el "podéis ir en paz" y nos deseó a todos los presentes que fuéramos felices. No está mal, aunque supongo que a Rouco no le gustaría el añadido. 

    Y terminé el día discutiendo con una chiquilla de apenas diecinueve años, que debía haber votado por primera vez y no lo hizo, porque según ella el parlamento es un nido de ladrones y mentirosos, hace cien años teníamos màs libertad (palabras textuales) y el estado le roba. Le pregunté dónde estudiaba y a dónde iba al médico: me contestó que en un instituto público y en la Seguridad Social, respectivamente, pero creo que no pilló el mensaje...Ay Señor, Señor, que éstos son los que nos tienen  que pagar las pensiones! 

    Y de las elecciones al Parlamento Europeo por ahora no voy a hablar, que ya tengo bastante con que esté nublado y haga frío; sólo citaré una frase de Andrés Calamaro en la contraportada de El País de ayer: "menos mal que o se presenta Hitler, igual gana algo"..,

martes, 20 de mayo de 2014

Yo voto, tu votas, él vota.

    Ayer fui a votar al supermercado, como lo oyen. Cosas que tiene la expatriación: hay que votar por correo, y en este país donde resido correos es un servicio semiprivatizado que, en muchos casos, desempeñan los kioskos de prensa y los supermercados. Hubiera podido ir al consulado, donde te ponen una urna y todo y parece que la operación es un poco más solemne, pero después de tantos años de expatriación electoral, casi que lo de depositar el sobre en el supermercado me parece normal. Y a fin de cuentas,  lo más  importante sigue siendo el hecho de votar, que por estos lares nos parece una operación banal y vacía de contenido, pero que hay partes del mundo donde no es posible  y se esta dispuesto a morir por ello. A mi me sigue pareciendo que mi voto es importantisimo y estoy dispuesta a hacerlo hasta en un gallinero repleto de gallinas (por poner un lugar que me repele especialmente) si algún dia me obligan a ello; puede que les parezca una ingenua y a lo mejor hasta lo soy, pero mi voto es mi arma, poderosa y legal, que no mata a nadie y deja que mi voz llegue a la oreja o a la colleja de quienes me gobiernan, según toque. No sé si ustedes disponen de otras armas o conocen otro método mejor, yo no. 

    Y esta vez toca votar para elegir a nuestros representantes en el Parlamento Europeo, que es una  institución llena de claroscuros, donde a veces van a parar viejos elefantes de la politica que han perdido la famosa senda que les lleva al lugar de su muerte, o elementos folcloricos como Cicciolina o Nana Mouskouri. Las ganas de no votar, sobre todo si el día sale soleado, y se ha celebrado el resultado de la final de la Champions (gane quien gane) hasta las tantas de la madrugada, pueden ser muchas. Y por si fueramos pocos, la prensa se dedica a azuzar la abstención publicando, como ha hecho hoy El Mundo, todas las triquiñuelas de unos señores eurodiputados que ganan una pasta en muchos casos por no hacer gran cosa (como en los parlamentos nacionales muchas veces) y así, vuelve a escucharse el viejo discurso de "total para qué votar"...

    Pues aunque les parezca mentira, de ese parlamento lejano, dispendioso, que parece la Torre de Babel y que nos da la sensación que no sirve para nada, han salido cosas que a muchos nos han cambiado la vida, como el endurecimiento de las penas para quienes abusan sexualmente de menores o se dedican a la pornografia infantil, la libre circulacion de los trabajadores, tan útil ella en estos tiempos de crisis. El programa Erasmus y la posibilidad de que a nuestros estudiantes se les quite un poco el pelo de la dehesa, o por lo menos visiten y se comparen con otras dehesas. Pasando a asuntos más terrenales, si a usted Iberia, o cualquiera de sus primas hermanas le deja en tierra y con un palmo de narices, ahora tiene que rascarse el bolsillo, gracias a la prohibición de la sobreventa que sacó adelante el parlamento europeo; como gracias al mismo los fabricantes de teléfonos móviles están todos obligados a usar el mismo modelo de cargador; y siguiendo con la telefonía, a partir del 2015 podrá usted pasearse por toda la Unión Europea con su móvil sin que le pueda cobrar ese absurdo convertido en robo a mano armada que se llama Roaming o itinerancia en castellano viejo. Ya ven que "ese parlamento" sirve para algo.

    Y no me vengan con que siempre son los mismos, porque a los que votamos por correo nos mandan las papeletas a casa y podemos regodearnos en la lectura de las mismas; si quieren ustedes votar y no les da la gana de hacerlo por los mismos tienen donde elegir : "Confederación Pirata" "Por la república y la ruptura con la unión europea" (ésta es de mucha risa), "Escaños en Blanco", "Partido del futuro", "Recortes Cero" y "Partido Animalista", entre otras muchas cosas exóticas. Y si de verdad tienen un arrebato de nostalgia, hasta pueden votar a la Falange Tradicional que se sigue presentando; ellos, ya se sabe, inasequibles al desaliento, y oidos sordos al sentir popular. Lo importante es que un hombre, y una mujer valen un voto, y esa, señoras y señores es una oportunidad que no se puede desperdiciar, no sea que algún día a algún iluminado se le ocurra que ya no nos hace falta!



    Ya sé que esta entrada de hoy no es graciosa y que a muchos de ustedes les haría más gracia que les contase el estado de mis pantorrillas después de haber corrido veinte kilómetros el domingo y lo orgullosa que estoy de haber quedado exactamente en el puesto veintinueve mil y pico de cuarenta mil participantes; o que les hablase de las cosas curiosas que me encuentro en mi portal, como un bote de desodorante sin acabar esta misma mañana.Pero este púlpito tiene que servir también para predicar el desierto, de vez en cuando...

sábado, 17 de mayo de 2014

Preparados, listos...


    Si yo fuera más hábil, mientras que ustedes se leen esta entrada breve de hoy, podría sonar la banda sonora que he elegido, que aunque una no sea aficionada a los toros, no sé por qué razón creo que le pega esta musiquita a lo que les cuento a continuación. Como soy analfabeta funcional, les dejo la música separada de las palabras, que de todas maneras, hoy van a ser pocas. 

    Mañana es el  día de autos,  después de tres meses de correr por las calles, con suerte, buen tiempo y sin lesiones. Un centímetro menos de cintura, dos kilos menos...cada año cuesta más que se disuelva lo acumulado en el invierno, cosas de la edad. Según mi podómetro, mis piernas llevan de febrero para acá más de doscientos kilómetros a paso de galope ligero, y ahora además, por cortesía de mi cónyuge, tengo un aparatejo que mide todo eso con tanta precisión que apenas sé usarlo, y que me cuenta  las calorías que he quemado (muchas) el ritmo al que corro (lento) y me dice con pitidos cuando tengo que andar, cuando tengo que correr y cuánto se me acelera el pulso. No me grita "ánimo, saco de patatas" de milagro, vaya.

    Llevo unos sesenta yogures mañaneros (a veces mi único combustible cuando me echo a la calle) un par de kilos de nueces, un bote de Reflex (huelo a momia casi permanentemente), un par de cajas de galletas energéticas y ahora unas cuantas píldoras de magnesio para evitar las agujetas. Como sustancia dopante me bastan el café, la Coca-Cola Zero y la pasta cocinada con todas sus salsas; por ahora creo que pasaría todos los controles del COI. 

    Este año sigo aplicándome mi lista de canciones favoritas (Playlist que dicen mis hijos) y mi banda sonora ha añadido algún advenedizo más a los sospechos habituales que ya les relataba el año pasado en una entrada titulada "Música para mis piernas". Los nuevos son Tape Five, Pharrel Williams (cómo no!) Quincy Jones y su orquesta y Tony Zenet. Calculo que he tenido que cargar la batería del iPod al menos unas cuarenta veces y que he escuchado la totalidad de las 1.400 canciones que contiene al menos dos o tres veces cada una. 

    Me saludan cada mañana mi vecina desde su ventana, porque ella  pelea en otra carrera más complicada que corre en los hospitales, los empleados del supermercado cercano que salen a la puerta a echar un pitillo y los corredores del barrio que me cruzo en las mismas manzanas y los mismos pasos de cebra a las mismas horas. Y las malditas palomas que se posan en la farola que me sirve para hacer mis estiramientos ya se han cagado (con perdón) un par de veces  sobre mí sin ninguna misericordia. 

    Y con todo este esfuerzo y todos estos números, les aseguro que mis resultados son bastante mediocres, llego hecha  un despojo a la meta y diciéndome que quién me mandará. Y cada año vuelvo...porque en esto de las carreras, como en la vida misma, lo interesante, lo divertido y lo emocionante es prepararse, más que jugar el partido. Porque quiero demostrarme que soy capaz de exprimir el poco jugo de mis músculos y predicarle a mis chicos con el ejemplo: "mens sana in corpore sano"; frase en la que creo más que en cualquier otra cosa creíble. Para mañana, si me dejaran escoger la banda sonora, pondría ésta:



    Cosa que no va a ocurrir porque a los organizadores les gusta Queen y nos toca cada año aguantarnos con el "We are the champions" sí o sí. Y mañana seremos una tropa menguada porque Elvira no está y Esther tampoco; y porque Paule y Nieves este año no corren. Así que David, Paco, Lourdes, Carlos y Alberto, por favor, paciencia con ésta que lo es, la corredora más lenta del hemisferio Norte, no desesperéis, que llegaré, mucho más tarde que vosotros, pero llegaré. Suerte para todos.

jueves, 15 de mayo de 2014

Lola, siempre Lola

    Esta semana de autos no nos ha traido más novedades que la lista de los preseleccionados de Del Bosque y un asesinato en León que hace que nuestro país empiece a parecerse a la Sicilia del Padrino. En la ciudad donde resido llueve y llueve, todo lo que no ha caido hasta ahora, y yo miro al cielo insistentemente porque el domingo me voy a meter entre pecho y espalda, o mejor, entre espalda y piernas, mi carrera anual de los veinte kilómetros, ya saben, esa a la que voy para convencerme de que aún soy joven y de la que salgo sistemáticamente reventada y jurando que es el último año que voy.

    Pero mañana es viernes, y no un viernes cualquiera, sino el 16 de mayo, fecha en la que los admiradores de ELLA conmemoramos, en este caso, los diecinueve años de la muerte de María Dolores Flores Ruiz, natural de Jerez de la Frontera y para el común de los mortales, Lola Flores. Reviso mis archivos y veo que, a pesar de la admiracion que le profeso, en casi tres años aún no le he dedicado una miserable entrada, así que procedo. Y no me voy a poner a contarles la vida de la gran Lola de España,  que para eso ya tienen ustedes la Wikipedia; ni tampoco a propinarles una selección  de sus momentos más geniales, que para eso ya tienen ustedes Youtube, aunque no puedo evitar dejarles el que para mí fue su momento de oro:



   Así, tal cual aparece en la escena buscando su pendiente, era Lola. Todo lo que se veía era lo que había, y todo lo que faltaba era porque no había. Lola no era un espejo en el que nos mirábamos, sino la ventana a través de la cual mirábamos, porque era transparente. 

    Lola sólo sabía cantar y bailar (y más bailar que cantar) y del resto ya se ocupaban otros, como bien explicaba ella cuando se le "olvidó" presentar su declaración de hacienda. Esos otros, que a ella, como a tantas otras de su quinta y profesión las dejaron en cueros porque ellas sólo sabían cantar y bailar: "y no tenemos abogao ni gente de esa" palabras textuales. Y era tal su ingenuidad que, cuando lloraba ante las cámaras pidiéndole una peseta a cada español, todos creíamos que lo sentía de verdad;  y si hubiera venido a la puerta de mi casa, estoy segura de que toda mi familia se hubiera  rascado el bolsillo y le hubiéramos dado nuestra peseta, sin rechistar...no creo que la Pantoja hubiera recaudado tanto, por poner un ejemplo cercano. 




    La diferencia? Lola era una ingenua en un país ingenuo poblado de gentes ingenuas y deseosas de construir un nuevo país entre todos. La Pantoja es una aprovechada, en un país donde los golfos y aprovechados han proliferado como piojos colegiales y donde ya nadie nos fiamos ni del que vive en la puerta de al lado.

    Así pues que viva eternamente Lola y su recuerdo entre nosotros, siempre a la verita tuya (o mejor, nuestra) y siempre con el recuerdo de su canciones, mal cantadas tantas veces y bien bailadas la mayoría. Y de sus frases: "cada uno tiene sus personalidades", si me queréis irse", etc. Y de paso les cuento una que hace muchos años me relató un tipo al que conocí en Miami que, ocasionalmente trabajaba como chófer para ella cuando actuaba allí e iba a correrse sus buenas juergas con su amiga Celia Cruz:
- "Lola, Usted habla inglés?"
-"no hijo, no, ni Dios lo permita"...

   Y para cambiar un poco de sus grandes éxitos cantados, aquí les dejo una escena memorable donde sólo baila, y cómo!


domingo, 11 de mayo de 2014

No pasarán!

    Me he levantado esta mañana de excelente humor y cantándome a mí misma "hoy puede ser un gran día", que es lo que  los de mi quinta nos cantamos cuando estamos de buenas, como nuestros padres se cantaban "mi jaca galopa y corta el viento". Las perspectivas no eran las mejores: por razones infantiles he tenido que madrugar y llovía a cántaros sin perspectiva de mejora; pero una, que cuando se pone optimista es inasequible al desaliento, ahí seguía diciéndose como en la canción: 

No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él. 

    Y mientras yo cantaba por lo bajo, mi hija y yo nos peleábamos con un moño complicado de hacer para un espectáculo de ballet; nos peleábamos contra el moño, que conste, no entre nosotras; una de las cosas que convertían el día de hoy en especial era su espectáculo anual de ballet, algo que cada año me fascina no sólo porque me llena de orgullo ver a mi herencia sobre las tablas sino porque, como ya he dicho tantas veces, el baile es un don que el cielo me negó de forma radical.  Terminada la sesión de peluquería, me disponía a comenzar mi entrenamiento dominguero porque ya queda poco para ese otro gran momento del año en el que decido hacer una carrera popular de veinte kilómetros que termino sistemáticamente echando el hígado por la boca, pero que en realidad es un engañabobos al que me someto para decirme que, en el fondo, no me conservo tan mal. Y es en ese momento donde he cometido el estúpido error de consultar correo y Facebook antes de salir a correr, y la canción de Serrat ha dejado de sonar en mis oídos.

    Una vez ojeadas todas las conversaciones sobre Eurovision, quien debía o no ganar y varias entradas con votaciones y la imagen de ese ganador que atiende por Conchita Salchicha (se pondrá de nuevo de moda mi nombre?) veo en mi muro de nuevo imágenes de interpretaciones extrañas de frases de la Madre Teresa de Calcuta (que ya de por sí era extraña ella) fotos de la canonización de Juan Pablo II, retratos de Garzón con orejas de burro, acusaciones a los pobres emigrantes de llevar a la quiebra a nuestra Seguridad Social con frasecitas como "España para los españoles" y ya, la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia, es el comentario bajo una noticia que informaba sobre la prision sin fianza para el conductor de la excavadora del accidente de Badajoz:  "asesino" "te mereces una sentencia de muerte", etc. Se ha demostrado ya su culpabilidad? no. Ha sido juzgado? no. Se le han encontrado restos de cocaina en la sangre? sí, pero, sabemos cuantos turnos de excavadora hacía el hombre para llegar a fin de mes? no. Sabemos qué otros problemas tenía esta persona  en su vida? no, sabemos las razones que le han llevado a consumir drogas? no. Pues señores,  gracias a que vivimos en un país más o menos normal, será juzgado y después de despejados todos esos interrogantes, caerá sobre él el peso de la ley, que es el que debe caer, no el de los internautas. Por cierto, los comentarios vienen de una página llamada "España, qué bonita eres", que está lejos de ser una promoción turística de nuestro país, cuidadito con ella...

    Aviso a mis amigos, navegantes, lectores y personas humanas que ponen cosas en mi muro: a partir de ahora, cada vez que me encuentre una frase o imagen racista, xenófoba, homófoba, que se tome por el pito del sereno la justicia, la democracia,  el estado de derecho y todas aquellas cosas que tanto nos ha costado disfrutar en nuestro país (por mal que funcionen) lo borraré de mi lista de amigos y le vetaré el acceso a mi blog.  Esto último, como soy torpe tendré que investigar cómo se hace, pero vive Dios que lo conseguiré. Luego nos extraña que nuestros retoños se quiten de Facebook porque no quieren compartir vida en las redes sociales con nosotros; cuando veo a veces las cosas que ponemos los adultos me digo que los adolescentes y sus fotos "selfie" sacando la lengua han entendido mucho mejor que nosotros para qué sirve el invento. Y con esta mijita de mala leche que se me ha puesto, les dejo, voy a felicitar de nuevo a mi hija por lo bien que ha bailado y lo mucho que se ha esforzado (que es lo que verdaderamente importa) y a ponerme una canción que me devuelva los pensamientos positivos para empezar bien el lunes, por ejemplo ésta:



  

miércoles, 7 de mayo de 2014

Es el fútbol, estúpido!

     Vivo en un país que está sumergido en la madre de todas las campañas electorales, porque les ha dado por emplear el sentido común y han juntado un puñado de elecciones (regionales, nacionales  y europeas) que tenían pendientes y las han puesto  todas el mismo día. Aunque no tengo que votar, como vivo aquí y en algún momento algo habrá que afecte a mi vida, me intereso relativamente por sus  políticos,  que me aburren tanto o más que los míos y hablo con sus electores, que están tan hartos de esos politicastros mediocres como lo pueden estar los españoles de lo que tenemos allí. Muertos ya Suarez y Carrillo, con Roca entretenido defendiendo a la Infanta y Guerra y Felipe ya jubilados, me temo que ya no queda nadie en España (y casi me atrevería a decir que en Europa) que tenga las anchas espaldas, la altura de miras y la visión de futuro que el oficio político requiere. Y así, me pregunto a quién se parecen estós Demóstenes de medio pelo, que no saben hilar un discurso, se afeitan  y se tiñen la barba cuando se lo dice el asesor de imagen  y tienen a disposición de su cerebro dos neuronas que no siempre conectan la una con la otra. Qué clase de hechuras hay que tener para dedicarse a este oficio y a quién hay que parecerse para que el sacrosanto partido (otro que se ha ido al garete, pero eso lo dejamos para otro día) decida que pueden lanzarse al ruedo electoral? La respuesta la he encontrado donde menos me la esperaba.

    Llevo un par de semanas siguiendo de cerca la actualidad futbolística; no es que me interese, pero tengo un hijo forofo y le doy conversación, vaya;  y gracias a eso creo que he dado yo solita con el quid de la cuestión: los políticos son como entrenadores de fútbol, se comportan como ellos, les contratan para ganar y les echan cuando los resultados no son todo lo buenos que se espera de ellos, pero mientras tanto ellos ya han conseguido amasar unos milloncejos aquí y allá. Cuando gana su equipo es gracias a las enormes virtudes que ellos han inculcado en  sus plantillas y cuando ,pierden es culpa del arbitraje o de sus futbolistas, que son unos vagos que sólo piensan en ganar dinero. Hay un modelo de tramposo y mal perdedor (pongamos Mourinho) y otro de cateto sabiondo que va de falso modesto (pongamos Guardiola) pero tanto monta,  monta tanto,  al entrenador se le contrata para que gane el equipo como al político se le pone en el cartel para que gane las elecciones, si no, no nos sirve. Rescindimos el contrato y buscamos a otro,  total, en este siglo de la prisa y el marketing a quién le importa ser fiel a sus ideas? futbolísticas y de las otras.


     Habrá que hacerse a la idea que el paradigma futbolístico es el que nos gobierna. Como hasta hace poco el pueblo se repartía entre los partidarios de Guardiola o de Mourinho, y en ese mismo entonces, había que optar por Rajoy o por Zapatero, miedo me da pensar qué modelo de entrenador serà el que tengamos que elegir y votar en la  próxima ocasión .Porque  claro, aquí sólo vale la victoria, aunque tampoco debe ser tan complicado obtenerla,  pues en los últimos catorce años de mi vida como votante, viendo y escuchando  las ruedas de prensa del día después de los partidos políticos, he llegado a la conclusión de que todos, absolutamente todos, han ganado las elecciones y han obtenido un resultado magnífico. O eso piensan ellos...al menos en el fútbol los goles dictan el resultado y dejan claro quién ha ganado el partido. Los políticos huyen de esa claridad y viven autoengañados en su mundo de elecciones victoriosas que no lo son.

    Casi que en el fútbol el panorama es mejor, una vez mandados a paseo los plomazos de Guardiola y Mourinho. Nos queda el Marqués, mi paisano y seleccionador nacional al que, curiosamente,  todo el mundo acusa de no saber nada de fútbol, y lo ha ganado todo con sus equipos. Y últimamente, un señor argentino que dice que lo importante no es el final victorioso sino lo que nos hemos divertido por el camino, o que "la derrota es lo mejor que nos podía pasar". Un señor que se pasa el partido mirando a la grada y pidiendo que animen a su equipo en vez de escupir al césped o insultar al árbitro, que va vestido siempre igual para no llamar la atención y que ha obligado a sus jugadores a que entreguen sus zapatillas a los utilleros en la mano en vez de dejarlas tiradas por el vestuario de cualquier manera. No sé cuánto durará este hombre que atiende por Diego Pablo Simeone y que ha conseguido que un equipo de perdedores profesionales se estén comiendo el mundo a bocados. La última que acabo de leer de las suyas, hace un rato: "los que no crean, que no vengan", refiriéndose al partido del domingo próximo, donde  ya me explicará mi retoño qué es lo que se juegan.  Probablemente durará lo que duren las victorias, porque el fútbol es así de ingrato, y no tiene el chollo de la política, donde uno se puede pasar cuatro (y a veces hasta ocho o doce) años haciendo de su capa un sayo y sin una sola gesta memorable que anotar en el casillero propio.

    Será posible que para las próximas elecciones, alguien se encuentre un Cholo Simeone dispuesto a ilusionarnos a todos incluso si no gana?

    Esta entrada se la dedico a mis lectores y amigos del Atleti, que son unos cuantos y a los que, hasta me dan ganas de unirme, sobre todo cuando veo frases en sus vídeos publicitarios como esa que dice en un bar "si ganamos pon el himno por los altavoces", "-y si perdemos? ", -"con más razón". Toda una filosofía y para mí, todo un descubrimiento.


sábado, 3 de mayo de 2014

Homenaje "selfie"

    Este año me estoy volviendo un alma sensible y me da por escribir respetando el calendario comercial. Mañana es el día de la madre en España, y sería un topicazo ponerme aquí a glosar en público las cualidades de la mía, y rematar la cosa contando lo bonito que es tener hijos y hasta qué punto llenan nuestra existencia; de paso les añado esta cancioncita que sigue y con un poco de suerte, tengo que cerrar el blog por falta de lectores.



    Así que le tengo que dar un par de vueltas al discurso, y en una de esas he decidido dedicarme esta entrada a mí misma y por extensión a mis amigas que pasan los 365 días del año (y no precisamente el día de la madre) pringadas con las criaturas, muchas de ellas mayorcitas ya, y también, a muchos de mis amigos, que hacen y han hecho de madres y padres en sus familias: a veces no hay mejor madre que un padre presente. 

    Me dedico la entrada a mí misma porque el blog es mío y hago lo que quiero (para empezar) y porque nadie me va a dedicar una entrada en ningún blog del mundo bloguero (para seguir) y porque  estoy dispuesta a discutir con quien haga falta que ser madre en estos tiempos es más complicado que en cualquier tiempo pretérito Que no? pues hagamos memoria. Nuestros abuelos eran padres y madres venerables y venerados, que llegaban a casa y provocaban el silencio a su alrededor, se quedaban con el mejor trozo del postre y luchaban moderadamente contra las terribles nuevas costumbres de sus hijos (nuestros padres) que iban de subirse la falda unos centímetros por encima de la rodilla o fumar en público (las mujeres) a comprarse un jersey amarillo o una vespa (los hombres). Mientras tanto, en nuestro país se hizo la luz tras cuarenta años de tinieblas y nuestros padres, ciertamente tan ansiosos de libertad como cualquiera, nos permitieron llegar a casa a la hora del desayuno y lucharon contra ciertas costumbres libertinas y bastante saludables como la de irte a vivir con tu novio antes de casarte. La pelea se limitó a eso y a no dejarnos escuchar en el radiocasette de casa canciones de Alaska y los Pegamoides a todo volumen. Al final, todos seguíamos pensando que el cuarto mandamiento estaba ahí por algo y nuestros padres, y sobre todo nuestras madres eran el altar donde nos arrodillábamos.

    Les cuento las batallas campales que libramos las madres de hoy? Aquí tienen la lista abreviada: si bebes no conduzcas, no te hagas siete piercings y cuatro tatuajes en el cuerpo porque algún día te hartarás de ellos y entonces no tendrá la cosa remedio; no te enganches al canuto, la cocaína es una mierda, el preservativo lo venden hasta en las estaciones de metro; qué tal si nos leemos al menos un par de libros al año?  El teléfono móvil funciona bastante bien para llamar a casa y decir dónde estás, no toda la sabiduría humana está condensada en Internet, la Wikipedia es útil pero no siempre sirven sus respuestas, el profesor se merece un respeto; se puede quedar con los amigos y no sólo chatear con ellos, hay vida después de Facebook; no, Cristiano Ronaldo no fue el descubridor de América; hay que votar para tener derecho a quejarse.

    Reto a mi madre, y a cualquiera de las madres de mis amigos a que gobiernen ahora sus casas y sus proles de la misma manera que lo hicieron, en un mundo el nuestro donde el router es el electrodoméstico más importante de la casa, Facebook es el nuevo consultorio de la Señora Francis, y es más fácil conseguir droga a la puerta de un colegio que una barra de pan en la panadería. Les reto a que asuman la maternidad del siglo XXI, trabajando ocho horas diarias, perdiendo un par de ellas en los atascos de tráfico y además preparando una empanada gallega con la Thermomix para la fiesta del colegio de los niños y entrenando tres días por semana para la media maratón de su ciudad. Hablo de lo que sé: si mi madre hubiera hecho todo lo que yo (y mi marido, que es un padre responsable) hacemos, ya no estaría en este mundo.

    Y por esa razón y otras parecidas, de dedicar esta entrada, por ser el día de la madre a nuestras madres nada de nada, me la dedico a mí y a las que viven como yo, con la lengua fuera y el calendario escolar grabado a fuego en la piel e insisto, para no parecer una feminista desfasada, a todos esos padres que a fuerza de ser y estar horas y horas al lado de su hijos, son mucho mejores que muchas madres. Feliz día de la madre pues, a todas y todos los que tienen de 55 años para abajo. Los de 55 para arriba lo tuvieron más fácil.