lunes, 26 de mayo de 2014

En el día del Señor

    Les escribo desde mi casa del pueblo, recuerdan? Aquella que no es casa ni está en un pueblo, pero que a mí me sirve para hacerme la ilusión de estar sentada en la puerta de un andurrial de cualquier carretera de la estepa castellana viendo pasar coches mientras bebo agua del botijo que tengo a la sombra. La realidad es que les escribo pegada al balcón (para poder pillar la wi-fi libre) y que como hace frío, me estoy tomando un café. Quizàs debiera empezar hablando de las elecciones de ayer, porque en la entrada inmediatamente anterior a esta les animaba a todos ustedes a votar, pero el día del Señor y de las urnas que fue ayer ha dado mucho de sí. 

    La víspera ya se me llenó la casa de hinchas del Atleti (todos menores de edad) que tuvieron que ver como el equipo de sus amores perdía miserablemente mientras sus madres, e incluso abuela, cotorreabamos, comíamos y bebíamos de lo lindo y les asegurábamos a estas criaturas forofas que perder, y hacerlo con galanura, es muy importante en la vida. Claro que, también hay que saber ganar con el mismo señorío, y espero que Florentino Pérez, a quien no conozco pero me parece un señor bien educado, le de una buena colleja a ese engendro llamado Cristiano Ronaldo y le diga que le pagan (y muy bien) por jugar al fútbol, no por parecerse al increíble Hulk después de haber marcado...de penalty! Y no estaría mal que le enseñasen aquello del respeto por el rival, etc. etc, o que le descuenten sueldo cada vez que se quite la camiseta. 

    Al día siguiente voy a una primera comunión donde veo que, a pesar de los muchos años trascurridos desde que fui a la última, el traje de almirante de la marina sigue siendo un indispensable en estos eventos. Eso me recuerda que tengo que investigar de dónde viene esa querencia de las madres españolas por vestir a sus hijos comulgantes de jefes del estado mayor de la armada, alguna explicación histórica tendrà, digo yo. Por cierto, de paso que asistía a la comunión me escuché una misa entera, algo que también hace mucho tiempo que no me ocurría, y constaté con satisfacción que eso de "hablar como un cura" sigue estando en vigor,  los curas de ahora siguen empleando el mismo tono pero con errores sintácticos que a los de antes les pulían en los seminarios: "vamos a intentar anunciarlos el mensaje de Cristo", nos ponemos de piés"...Con un bonito detalle por parte del curita de ayer, al terminar la misa se ahorró el "podéis ir en paz" y nos deseó a todos los presentes que fuéramos felices. No está mal, aunque supongo que a Rouco no le gustaría el añadido. 

    Y terminé el día discutiendo con una chiquilla de apenas diecinueve años, que debía haber votado por primera vez y no lo hizo, porque según ella el parlamento es un nido de ladrones y mentirosos, hace cien años teníamos màs libertad (palabras textuales) y el estado le roba. Le pregunté dónde estudiaba y a dónde iba al médico: me contestó que en un instituto público y en la Seguridad Social, respectivamente, pero creo que no pilló el mensaje...Ay Señor, Señor, que éstos son los que nos tienen  que pagar las pensiones! 

    Y de las elecciones al Parlamento Europeo por ahora no voy a hablar, que ya tengo bastante con que esté nublado y haga frío; sólo citaré una frase de Andrés Calamaro en la contraportada de El País de ayer: "menos mal que o se presenta Hitler, igual gana algo"..,

No hay comentarios:

Publicar un comentario