martes, 27 de marzo de 2018

Planes para no hacer en Semana Santa

    Menos mal que le echaron el lazo a Puigdemont y desde el domingo los periódicos tienen algo que contar, porque si no fuera por él (cuantas otras cosas no acabaremos debiéndole los españoles? ) a estas alturas, las únicas noticias serían la ausencia de primavera y todo lo que a los periódicos se les ocurre recomendarnos para hacer en cuatro dìas libres que se juntan por estas fechas. No piensen que es una cuestion baladí: el año pasado se inflaron a sacar los cerezos en flor del valle del Jerte, y cuando llegué yo, que fui como los de Bilbao, porque me dio la gana, no quedaban flores pero me tuve que hacer tres pueblos en caravana para poder encontrar una barra donde me dieran una caña y una ración de queso para picar. La gente que antaño no leía ni compraba los periódicos, sí lee las noticias por Internet y ahí, la prensa se ha convertido en agencia de viajes con fotos a todo color. 

    Como yo soy periodista frustrada (ya he contado esta historia varias veces, creo) voy a permitirme jugar al juego de proponer planes pero, modestamente, indicándoles lo que yo creo que no hay que hacer en estos días. Para empezar, viajar a cualquier valle, conjunto de pueblos blancos o serranía pintoresca que se anuncie: si a ustedes se les ha ocurrido la bonita idea del turismo rural, a otros dos o tres millones de españoles se les ha ocurrido lo mismo; y además va a llover y hará frío; a qué malgastar dinero en el turismo rural si es para ver el campo encharcado? Con las mismas, absténganse de visitar cualquier capital castellana de corte monumental y que diste dos horas o menos de Madrid y periferia; de los cuatro millones de madrileños, hay por lo menos un millón que decide conocer la Meseta castellana en Semana Santa, a pesar de que la tienen allí al lado todo el resto del año. Si el destino es Canarias, prepárense a oir todo el Euskera que nunca escucharán por las calles de Vitoria; en las Islas Afortunadas se da en estos días la mayor concentración de vascos por el mundo que uno pueda imaginar, aunque me cuentan mis informantes que Cádiz le va comiendo el terreno al archipiélago. Si usted es pijo y repijo vaya a esquiar a Suiza, porque hacerlo en el Pirineo es tan proletario que allí va hasta la familia real, que se ha empeñado en ser, e incluso parecer proletaria. O vaya a un sitio desconocido y baratito (Eslovenia o Bulgaria  pueden servir) y diga que ha estado en Suiza; nadie se dará cuenta y la nieve es nieve en todas partes.

    Si quiere usted ser original entre sus amigos, no se le ocurra decir aquello de "me quedo en casa tan a gusto porque todo está lleno de gente", porque eso mismo se le ha ocurrido a varios de sus vecinos y esos mismos amigos y acabarán invitándole a cenas y comidas varias que le fastidiarán el planazo de volver a ver las seis temporadas de Mad Men seguidas. Puede usted quedarse en su casa, pero no lo cuente. No coja vacaciones si su empresa le ofrece la posibilidad de compensarle con ración doble por quedarse de guardia: piense todas las colas y facturones inflados  que se va a ahorrar, y lo bien que se está en Ibiza a principios de junio, si es que puede permitírselo entonces. 

    No coma torrijas  o pestiños solo porque los hace su madre, o su suegra. El que avisa no es traidor: una torrija medianita: 556 calorías, y 650 un pestiño...Piense en todo lo que va a tener que sudar después para eliminarlo cuando se las haya comido solo por ser Semana Santa. Claro que, si les gustan, están ustedes perdonados, es  solo una vez al año. No crea que las procesiones de su ciudad son feas y no va a verlas nadie (que es lo que creía yo)  porque en los últimos años, las procesiones (incluso las feas)  concentran manadas de gente que se alternan con vendedores de globos con la forma de Bob  Esponja, manteros, carteristas y mucho exaltado que cree que canta bien y se marca una Saeta en Soria o Pamplona, lugares tan ajenos a la Saeta como Helsinki. Quédese en casa a la hora de la procesión de turno y, ahora sí, podrá verse por fin las seis temporadas de Mad Men de un tirón; porque hay procesiones a todas horas!

    En Semana Santa llueve, salvo contados años;  los controladores franceses hacen huelga (salvo contados años también)  los hoteles son carísimos, la operación salida y la de retorno, un Via Crucis mayor y mejor que el de Roma, y por las calles retumban  cornetas y tambores que aún cuando tocan bien son un suplicio para cualquier oido humano...Pero a quién se le ocurrió este invento?

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