domingo, 16 de junio de 2019

Nueva antología del disparate

    En estas duras épocas de exámenes, examinadores y escolares abundan los chistes fáciles sobre respuestas absurdas en los exámenes, soluciones inverosímiles a problemas de matemáticas o confusiones rupestres sobre cosas que a los que no nos examinamos nos parecen de perogrullo. Lo que se ha llamado toda la vida la antología del disparate, que es vieja como el mundo y antes se publicaba en los periódicos, esos que ahora solo tienen espacio para el fútbol y los anuncios. 

    Volviendo a los periódicos, esos que antes servían para envolver los zapatos viejos y que ahora leemos en las pantallas, sin necesidad de que sea junio y los escolares metan la pata en sus exámenes, son grandes fuentes de disparates, verdaderas antologías que además tienen el mérito de ser cotidianas. Hoy, gracias a cuatro horas de tren con trasbordo y paradas varias en mitad del campo la prensa me ha regalado varios disparates dignos de reseñarse, sin tener que haberme puesto a responder cuestionarios ni corregir exámenes. 

   « Vox hará grupo en el Parlamento Europeo con los nacionalistas flamencos, los grandes valedores de Puigdemont en Europa ». No creo que tenga que gastar ni una letra más en explicar el disparate. «Una de las concejalas del partido de Colau ha denunciado que al atravesar la plaza del Palau después de la investidura la llamaron puta, guarra y zorra ». Hecho nacionalista aparte, a alguno de sus compañeros del partido llamado Barcelona en Comú le llamaron (por ejemplo) guarro, cabrón e hijo de puta? Respuesta: no. 

    Cambiemos de tercio: « una joven con dos millones y medio de seguidores en Instagram no logra vender más que 36 camisetas de la marca que promociona y la marca fabricante le da la espalda ». Casi que me ha enternecido la historia: una criatura se mete a Influencer y solo uno de cada 69.440 (he hecho la cuenta aunque soy negada para los números) de sus seguidores está dispuesto a comprar la camiseta que se supone que lleva su ídolo? Con la cantidad de estupideces que habrá tenido que hacer, decir y fotografiarse...El trabajo de Influencer es más duro de lo que yo pensaba y, claro está, un gran disparate. 

    Y por supuesto que en toda la prensa nacional del domingo 16 de junio no había otro tema de mayor trascendencia vital para la buena marcha de nuestro país que la boda de Sergio Ramos y Pilar Rubio; que habrá sido un bodrio como lo son casi todos ahora, profundamente cateto y lleno de mal gusto como tantos otros aunque en este caso, con mucho fondo presupuestario para acometerlo. De la boda no comento nada porque francamente no me interesa, pero me ha llamado la atención que los periódicos digan que antes de empezar el convite « los novios dieron una rueda de prensa » (sic). Yo me he chupado hoy cuatro horas de tren para hacer mi trabajo que, parcialmente consiste en asistir a unas ruedas de prensa donde muchas veces hay menos periodistas, muchos menos incluso, que los que aguardaban a la puerta de la finca del futbolista para asistir a la rueda de prensa matrimonial. Y eso que, en lo mío se tratan cosas de cierta envergadura y se habla de dinero...Pero ni color con lo de los flamantes señores de Ramos. Tomen nota los que proyecten casarse a partir de ahora: además de todas esas cenas y fiestas pre y post boda, y de todos esos fotocalls y puestos de chuches, no habrá boda que se precie sin rueda de prensa. 

   Pues yo, para retransmisión periodística absurda, como en tantos otros casos, me quedo con el maestro Gila: 


   
   Y













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