domingo, 26 de agosto de 2012

Un año conmigo

    Sin darnos mucha cuenta, llevan ustedes un año conmigo. Sí, sí, un año leyendo mi psicoanálisis en la plaza pública, que al fin y al cabo es en lo que consiste un blog. Se supone que debería darles las gracias, amado público, pero aún es más, voy a mostrarles mi sorpresa  por el hecho que, después de un año, con todos sus doce meses, y después de 95 entradas de calidad variable y sandeces muchas, sean ustedes 4173 (a día de hoy) los que me han leído. Pero como todos sabemos que las estadísticas son facilmente manipulables y una ciencia muy poco exacta, debo ser honesta conmigo misma: 4173 veces se pinchó alguien en mis escritos, pero me temo que los adheridos sean bastantes menos, eso sí fieles al puesto como nadie! Gracias!

   Siguiendo con las estadísticas ya que Blogspot me las proporciona, me comunican datos altamente sorprendentes, como que este blog lo han visto 130 personas en la India o 104 en Rusia: seràn españoles por el mundo? o serán nativos que hacen prácticas de lengua castellana? Ardo en deseos de saber. Me extraña menos encontrar lectores en Sudamérica, incluso en USA, pero lo del fenómeno indio me deja bastante perpleja. Así que voy a dar un paso más en mi aventura en las ondas: podrían ustedes, amables lectores de la India o Rusia decirme qué encuentran de interesante en estas líneas? Ya se que es una castaña, y que para poner comentarios  hay que hacerse un cuenta en Google, pero llegados a este punto, no estaría mal comunicar un poco entre nosotros y no sólo dejarme a mi vía libre para largar por este teclado todo lo que se me ocurra. Si lo hacen se lo agradeceré, y soy consciente que quizás alguien me diga "no escribes más que basura, así que dedícate a otra cosa": riesgo asumido.

   En este año que ha pasado he hablado de cine (mucho), de música,  de literatura (no tanto) de la vida cotidiana (bastante) y de mis seres queridos (quizás más de lo que ellos desearían); de España y de política, y sobre todo de la crisis. Creo que ya les ha quedado medio claro que amo el cine sobre todas las artes ("De película", "A bailar!"), que me apasiona Vargas Llosa el escritor aunque no tanto el personaje público (léase "Cinco minutos con Mario") que me preocupa mi país ("Mi querida España") y me obsesiona la crisis ("Abrazados a la miseria", "Se me ocurre"). Que creo que España está gobernada desde hace años por una panda de políticos catetos y cortos de miras ("Democracia arrodillada", "Pompoff y Teddy salen de campaña") y que la Iglesia no debería mezclarse en los asuntos terrenos ("Con la Iglesia hemos topado"). Ya se que no sirvo para torcer acontecimientos ni voluntades, dado mi poco público y mis pocas ganas de promocionarme, pero por lo que pueda servir, sigo pregonando mi fe en la democracia ("Habla, pueblo habla") en la virtud de mezclarse con los extranjeros y abrirles nuestras puertas ("Que se queden") en la educación como arma arrojadiza ("Esos locos bajitos") y mi estupor ante los muertos por hambre en el mundo ("Más cornadas da el hambre").

    No quisiera repertirme pero, ya saben, tengo un iPad, una televisión nueva desde noviembre que aún no se usar, soy perfectamente inútil con mis manos y corro siete kilómetros en una hora dos o tres veces por semana porque me fastidia engordar y que no me entren los vaqueros, verbigracia, no me hace ninguna gracia envejecer. No esperen grandes novedades para el año II del blog que estoy inaugurando con estas líneas, si hay algo que me caracteriza es la perseverancia así que seguiré siendo martillo de herejes en lo que toca. Ustedes pueden seguir leyendo o desengancharse del asunto, me pueden mandar un comentario (que agradezco) o salirse haciendo mutis por el foro (que lo entenderé). Y así son las cosas porque así se la he contado (que decía aquel que presentaba el Telediario) muchas gracias por su atención, su paciencia conmigo y su fidelidad. Creo que el público está por encima del escribano, intentaré no defraudarles si deciden pasar un año más conmigo.

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