sábado, 6 de julio de 2013

Oda a la mayoría de edad

    En pocas horas, un personajillo bastante presente en mi vida va a cumplir dieciocho años. No se cómo se sentirá ella, pero aunque para mí es remontarme a la Edad de Piedra, recuerdo perfectamente cómo me sentía yo. Recuerdo las ganas de votar por primera vez, de poder ir al cine a ver todas las películas que me diera la gana sin tener que enseñar el DNI a la entrada, de tener un pasaporte para mí sola con el que viajar a mil países (luego no han sido tantos) de ir a la Universidad, de salir de noche sin tener que  mentir para volver más tarde...cosas bastante ingenuas para las expectativas de los que hoy tienen dieciocho años.

    Esta chiquilla que cumple mañana, a la que fui a ver al hospital el mismo día en que nació y que me parecía que siempre sería una niña de pelo rizado y ojos de asombro, se ha convertido en una espléndida mujer, y se va a echar al mundo de los adultos en un contexto bastante antípático y que no quisiera para mí, aunque concedo que la que se hace mayor soy yo y no ella, y que lo que a mí me parecen tragedias (comunicarse por SMS, no poder ver películas antiguas en la televisión, estar gobernados por las multinacionales o decidir que votar no sirve para nada) a ella le parezcan nimiedades. Concedo también que una está de vuelta de muchas cosas en las que ella ha comenzado el camino de ida y que sólo por eso, espero que su perpectiva sea más optimista que la mía.

    Esta niña, que ya se pasea con un diploma de bachillerato bajo el brazo, es la misma niña que antesdeayer merendaba pan con "zocolate" en mi cocina y con la que llegué a ver "Blancanieves" dos veces seguidas en la misma tarde; la misma que les daba a sus padres unas noches de ronda pero luego dormía de un tirón en mi casa y la misma que me pedía el coche de la Barbie por Navidad y ahora me pide que le preste los DVD atrasados de "Cuéntame". Ella es la misma que yo cuidaba para que sus padres fueran al cine y  que ahora cuida a mis hijos para que vaya al cine yo: finalmente en eso consiste el ciclo de la vida!

    A esta niña, a la que probablemente a las alturas de este párrafo le esté fastidiando en sobremanera que la llame "niña", le toca desde ya mismo probar las alegrías y los sinsabores de la vida de adulta. Va a tener que tomar decisiones que vayan más allá del color del esmalte de uñas y asumir errores  que le van a costar algo más que dos semanas sin paga; ya te lo advierto, nena, esta es la parte fastidiosa de crecer, al lado de las muchas ventajas que tiene, claro.  Vas a ser mayor de edad: podrás escaparte de casa, votar y decidir legalmente muchas cosas que mejor que la vida no te ponga por delante inmediatamente. Tendrás un diploma que te pensarás que tiene todo el mundo, pero que en tu país y el mío hay varios cientos de miles de jóvenes que no tienen, que no saben cómo hacer para tenerlo y que tampoco tienen trabajo porque no tienen el maldito diploma, porque se pusieron a trabajar antes de sacarlo y ahora les cuesta reengancharse. Así que ponle un buen marco de plata al tuyo y convéncete que ese, y otros muchos que podrás ir almacenando a partir de ahora, tienen su utilidad.

    No se si de repente mañana serás verdaderamente mayor de edad, saber, y gobierno (como dice la fórmula oficial);  tampoco se si te das cuenta que la vida te ha desplegado la alfombra roja ante tus pies, así que gástala en cada uno de sus centímetros cuadrados. Quizás te parezca que le damos demasiada importancia a lo que para tí, a lo mejor, sólo es un cumpleaños más...porque nos insulta tu juventud y secretamente cambiaríamos nuestras varias decenas por tus dieciocho primaveras, y la posibilidad de revivir los buenos ratos y remediar los errores cometidos. Feliz cumpleaños Irene, y que sean mucho más!

No hay comentarios:

Publicar un comentario