domingo, 11 de febrero de 2018

La viejunez

    En una semana en la que la polémica ha sido si es viable o no llamar a una señora “portavoza”, toda vez que ya nos hemos medio acostumbrado a ver juezas, alguacilas y presidentas, creo que me puedo tomar ciertas licencias y titular mi entrada con una palabra (o cabría decir “palabro”?) de mi invención. A lo de “portavoza” no le voy a dedicar ni una línea más porque, como muy bien ha declarado mi amiga Marta que tiene toda la gramática grabada en su prodigioso cerebro: no se puede hacer la revolución y el ridículo al mismo tiempo, al final sale lo que sale...No se crean que me he equivocado y,  queriendo hablar de la vejez, que es una de mis sempiternas obsesiones, me ha salido este título, no es eso. Quiero hablar de una fase previa, en la que creo que me encuentro, y para la que la palabrita inventada creo que va como anillo al dedo; en lo que llega la vejez de verdad, ésto es lo que hay. 

   Y qué es lo que hay? Pues mucha vuelta a las canciones que escuchamos hace veinte o treinta años, aunque haya algunas de hace menos que también nos gusten; las de hace treinta años nos recuerdan que fuimos jóvenes y nos comíamos el mundo a bocados; otras más recientes pueden ser bonitas pero no tienen ese efecto catártico. Yo llevo casi un mes circulando con Carole King en en el coche. Antes de que alguno me pregunte que quién es esa, les dejo una muestra: 



   Cuando yo escuchaba esa canción en un radiocasette, pasabas noches de primavera estudiando unos exámenes que ahora mis hijos pretenden empaparse a golpe de Rap. Y cuando escucho el doble CD (otra cosa viejuna dentro de nada) con las canciones de Carole King, no creo que su música haya envejecido (como si lo han hecho las canciones de Meccano cuando las ponen en “Cuéntame”, por ejemplo) simplemente han cogido años y cierta solera, como el buen vino. 

    Hablando de vino, y concretamente del tinto: otra bebida que me hace sentirme mayor porque de mí para abajo a casi nadie le gusta; y cada vez más los invitados a mis mesas me piden blanco e incluso me piden Lambrusco, que es un vino italiano que yo probé por primera vez en mis años de estudiante italiana y que ahora lo debe de embotellar el Mercadona y ponerlo de oferta cada semana, porque la gente joven pide Lambrusco en los bares. Del Orujo mejor ni hablamos, la última vez que lo reclamé en casa ajena me miraron como si pasara mis días y mis noches en el hogar del pensionista. Mis coetáneos aprecian el buen vino tinto, pero los paladares más jóvenes sólo distinguen y opinan de gin-tonics.

    Ir al cine para ver la película que ponen, a ser posible sin mayores interrupciones ni molestias, también es un signo de “viejunez”, porque al cine se va, como a tantos otros sitios, a beber Coca-Colas, responder Whatsapps y decir a los que te llaman “luego te llamo que estoy en el cine”. Y así, podría enumerarles toda una serie de acciones que llevan pegadas el adjetivo calificativo “viejuno”, en lo que pasan cinco años más e irremisiblemente se acaban llamando “viejas”. Ejemplos: leer libros de más de quinientas páginas que no sean parte de una trilogía de asesinatos en serie, comprar el periódico los domingos con todos sus suplementos y hacer los crucigramas, subir a un avión con la tarjeta de embarque impresa en papel, pedir un coñac en los bares de copas, desayunar churros en vez de Muesli con frutas tropicales, aconsejar a nuestros hijos que se hagan funcionarios, votar en todas las elecciones, preguntar a un transeúnte la dirección de una calle en vez de mirar el Google Maps, abrigarse en invierno, usar el IPhone para llamar por teléfono, felicitar a tus parientes por su santo, llevar el mismo bolso desde hace mas de tres temporadas, y pensar que lo de esta humanidad tecnológicamente dependiente tiene aún remedio. 

    Podría seguir con la lista pero temo aburrirles. En lo que la RAE me aprueba lo de la viejunez, aquiestoy practicandola y esperando a que llegue su prima hermana, la vejez, con un buen cuchillo afilado en la boca. Y mañana lunes, que eso tampoco tiene remedio. 

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