viernes, 20 de abril de 2018

Noticias de saldo

    Pertenezco a una generación que desayunaba con el periódico aunque fuera con el local, donde los más interesante que se contaba eran las calles cortadas por obras y las esquelas. Es más, pertenezco a una familia donde nos pegábamos por el periódico mañanero, que se deslizaba por debajo de la puerta desde muy temprano y nos permitía saber a primera hora de la mañana quién se había muerto, dónde estaba cortado el tráfico ese día, que películas nuevas estrenaban en los cines y de paso, que ocurría en el mundo, que por muy lejano que fuera, la prensa local te lo contaba de todos modos. Que todo eso se puede ver en Internet? Por supuesto, pero ahora, cuando abro la prensa cada mañana en la pantalla de mi tableta, me preocupo por bombardeos y atentados varios, por el “Procés” y sus encausados y por asuntos vitales para la seguridad nacional como el no Máster de la Cifuentes. Que estoy mejor y más informada? No lo tengo tan claro. Lo que si tengo claro es que es menos divertido. 

    Incluso me atrevería a decir que tampoco estoy mejor informada. La prensa por Internet, con su aluvión de fotos y de publicidad que salta a la que se te resbala el dedo, y con la poca jerarquía que establece en sus noticias, acaba dándote por importantes muchas noticias que no lo son. Les pongo un ejemplo de lo que se me ha quedado grabado de todo mi repaso de esta mañana : la posible continuidad de La Casa de Papel y los posibles argumentos para una tercera temporada; un instructivo vídeo que te muestra qué hacer si te caes con tu coche al río y te enseña cómo proceder en ese caso. Una puesta en escena del accidente del avión norteamericano filmado por uno de los pasajeros y la mejor: una señora española que ha denunciado a su marido por adulterio pues ha dado a luz un bebé negro y ella alega que es porque el marido se acostó con una mujer de color... Todo ésto, en el dia en el que ETA ha pedido perdón a sus victimas  y que el FMI nos ha comunicado que por primera vez en la historia, nuestro PIB per cápita es mas alto que el de los italianos. Pues lo siento, pero yo le he dedicado más atención a toda la morralla citada anteriormente que a estas dos noticias importantísimas . Se siente, soy humana. 

    Y no cuento aquí todas las noticias propagadas por la Biblia de nuestros adolescentes (Youtube) ni por las cosas que rebotan muchos de mis  contactos de Facebook, que tienen el dedo alegre y comparten en las redes sociales cualquier cosa...Y cuando digo cualquier cosa, es verdaderamente CUALQUIER COSA. Tampoco cuento los Tweets reproducidos que me llegan por otras vías (porque no tengo Twitter) ni las fotos con mensaje informativo de Instagram, que si tengo. Ni  los resúmenes de los Telediarios e informativos varios. Y a pesar de todo ello, tengo la sensación de estar desinformada, o cuanto menos, mal informada. O en todo caso, peor informada que cuando el periódico era de papel, costaba menos de un Euro y se lo compraba al kiosquero, y lo leía durante el dia en varias oleadas y momentos, y decidía yo solita lo que era importante y lo que no; y no me leía los anuncios porque no me daba la gana; y las noticias sin enjundia ocupaban un recuadro pequeñito en una esquina, no venían con patocinador. Y si leía una noticia sobre la cantidad de solteros que había en un pueblo o país, no me escribían al día siguiente los de una agencia matrimonial; o si me interesaba por el precio de ciertos artículos de la cesta de la compra, no llegaba a mi buzón al día siguiente la receta del Pisto manchego.

    Qué cúando se fue a pique la prensa? Pues yo tengo la teoría que cuando empezó a ser gratis. Cuando dejaron de venderse cada día millones de ejemplares en papel porque todo el mundo lo lee  en su teléfono, y los periódicos ya no pudieron pagar a los periodistas y dejan que esos contenidos en línea los escriban y los actualicen una panda de becarios que bastante tienen con llegar a fin de mes. Cuando el periodismo dejó de ser una profesión de periodistas y pasó a ser la de los comunicadores, y todos nos quedamos conformes porque en el fondo nos encanta que todo sea gratis; cuando se empezó a abusar de las ruedas de prensa con preguntas pactadas y los asesores de imagen se convirtieron en subsecretarios. Un conocido mío, de familia judía para más señas, me dijo una vez que en su familia se decía "somos demasiado pobres para comprar barato". Y eso es lo que le ha pasado a la prensa que otrora fue el llamado cuarto poder: que a fuerza de hacer rebajas y pagar miserablemente a quienes la escribían, da noticias de saldo de una vida real que es muy cara. Algún día lo pagaremos.

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