viernes, 11 de enero de 2019

Yo no soy esa...O sí?

 No es que me pueda la pereza ni que tenga nada que decir y por ende, nada que escribir; es que estoy hecha un lío! Porque yo pensaba que a varios años vistos los cincuenta (mirando hacia atrás) tendría muy claro lo que soy y no soy; pero tanta lectura de periódicos digitales y tanta red social con tanto extremista suelto, me hacen a veces dudar de mi propia persona. 

    Ejemplo: soy o no soy una “Feminazi”? Como tampoco hay una definición académica del término, por suerte, no puedo precisar y me quedo con la duda, que para andar por el mundo es mucho menos ofensiva que las certidumbres y verdades amenazadoras. Yo siempre he creído ser feminista, porque naciendo antes de 2000 me parece que no hay otra posibilidad.  Es más, tuve un momento de duda porque viví en una familia donde las mujeres éramos una mayoría mandona; me casé con un hombre que, si cabe, es más feminista que yo misma y trabajo para una institución pública que cree profundamente en la igualdad entre hombres y mujeres. He llegado estudiando y trabajando hasta donde ninguna de mis antepasadas soñó que podía llegar, nunca he sentido que me pagaban menos por igual trabajo ni que mis derechos como persona eran pisoteados por ser mujer; así que confieso, sí, hubo un breve lapso de tiempo en el que estuve tentada de pensar que el feminismo ya no tenía razón de ser. Por suerte para mi, en aquel momento, una de mis maestras, una insigne catedrática inglesa me dijo (en inglés en el original): “ten cuidado, Darling (lo dejo así porque la recuerdo con el inmenso cariño con el que ella se dirigía a mi con ese término) llegará un momento en la historia en el que el feminismo, sin agotarse, de lugar al Post-feminismo, que será una ideología reaccionaria y peligrosa, y aún más ofensiva para las mujeres”...

    Coincidió el feliz momento en el que absorbí esas sabias palabras con el de la llegada al mundo de mi hija, año arriba o abajo, y gracias a la crianza de esa niña que ya es casi una mujer, y que va a vivir en un mundo donde además los hombres tienen tal miedo a las mujeres que las atacan y ultrajan a la primera de cambio;  gracias a criar una niña que será una mujer y se comerá el mundo, digo, soy consciente que ser feminista para nosotras no es una opción, sino una obligación! Y si yo fuera ministra de educación, hasta una asignatura de enseñanza obligatoria en la escuela. 

   Soy entonces una Feminazi?   Según los de VOX, seguramente, y aunque el sufijo “nazi” me molesta en sobremanera, estoy dispuesta a asimilarlo. Y se siente, pero en lo que los hombres no den a luz ni padezcan sus consecuencias, y en lo que las mujeres tengan que preocuparse cuando pasean solas por la calle y sea de noche, y en lo que no aparezca un hombre víctima de una violacion colectiva con posterior vídeo en Instagram, me temo que voy a seguir siéndolo. Y no sé si soy esa Feminazi que describen los que quieren volver al siglo XIX (o más atrás) y se visten de demócratas que vienen a salvarnos del comunismo ("Comunazis", supongo)) pero sé que no quiero que nadie me salve de ser mujer, sino que me respeten como si fuera un hombre. Les dejo una canción, del siglo pasado, de una que, si viviera ahora, también la llamarían Feminazi.








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