domingo, 22 de julio de 2012

Andreíta cómete tus palabras

Cada verano tiene sus andreítas, la de hace unos años era aquella que no se quería comer el pollo, y la de este verano no se quiere comer sus palabras,soeces, inoportunas y pronunciadas donde no debía. Aquella era hija de un torero y de una princesa de la televisión, con mucha silicona en el cuerpo y bastante serrín en el cerebro. La de ahora es hija de un señor que construye aeropuertos donde no vuelan los aviones y los adorna con estatuas de su craneo tamaño edificio de tres pisos, de su madre no tengo noticias. Andreíta Janeiro era una chiquilla que, como tantos otros no quería acabarse lo que tenía en el plato, nuestra Andrea de este año es una señora diputada del congreso, que en pleno fragor de la batalla de los recortes, con un país comido por las deudas y cinco millones de desempleados a quienes se les va a recortar aún màs la miseria en la que viven va y grita: "que se j....". Y sale del asunto con un leve tirón de orejas de los chicos de su pandilla y otro un poco màs fuerte del presidente del congreso, que también es de su pandilla. Esta, de pequeña debía ser de las que las armaba pardas y luego la gorda les caía a sus hermanos. Al país y a la prensa los ha pillado con otras historias màs jugosas de las que hablar, y a mí, como bien saben ustedes, me ha pillado de vacaciones, sin wi-fi en casa y con un teclado tàctil que me da dolores de cabeza, que si no, le iba a dedicar bastante más que estas miserables líneas y bastantes improperios màs de los que soy capaz de escribir desde mi iPad. Andrea, cielo, dimite, cómete tus palabras, y si no puedes ni quieres, anda y que te "f...." un pez! Feliz domingo a todos, no se dejen comer la moral por los mercados, bastante tenemos ya con que nos coman en los bolsillos...

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