lunes, 7 de enero de 2013

Cuéntame más

    A día de hoy, siete de enero, lo mejor que ha traído el 2013 ha sido el regreso de "Cuéntame" a las pantallas. Hablo por mí, claro, que no me ha tocado la lotería del Niño  ni creo en los Reyes Magos, que son las otras dos cosas buenas que te pueden pasar en este momento del año. Ya se lo dije en mi entrada del 21 de diciembre pasado: lo bueno de que no se acabara el mundo es que podremos ver la decimocuarta temporada de "Cuéntame".

    Asiento en que las series de televisión son un fenómeno adictivo, y que cada uno se engancha a lo que quiere y puede. Hago esta declaración de principios porque ya les veo venir: "que si Imanol Arias sobreactúa", "que si el personaje de Carlitos es insufrible", "que con lo de la hija heroinómana y el cáncer de Merche se pasaron de rosca" y muchas otras críticas que ustedes son libres de emitir y yo de no aceptar, porque yo soy adicta a "Cuéntame" desde hace catorce años que se emite. Y en el cómputo de mis adicciones, ésta es de las duraderas, sólo superada por el gazpacho, el cine y el amor a mi familia y a ciertos amigos cercanos. Ni siquiera la adicción al café me ha durado tantos años!

    Como todas las adicciones, no hay justificaión posible, si no fuera porque el tal Carlitos en la serie, ha nacido tres o cuatro años antes que yo: su infancia fue la mía, su adolescencia también, sus discos los míos, como sus tebeos o sus programas de televisión. Y como encima Dios me ha dado pocas gracias naturales pero sí una memoria de elefante, pues resulta que las cosas de la serie me suenan como que me pasaron antesedeayer. Cuando Carlitos veía la Eurovisión yo también me acuerdo de cómo veíamos en casa de mis padres aquella misa cantada; cuando merendaba su bocadillo de pan con chocolate de "La Campana" a mí me venía ese sabor a la boca y cuando la abuela sacaba la harina de la lata de Cola-Cao de lunares yo también veía todas esas latas alineadas en la despensa de mi abuela. Para una sentimental como yo es difícil hacer abastracción de todo eso y ponerse a debatir de la calidad y coherencia de los guiones. Vayan ustedes con esa vaina a los adictos de "Sexo en NY"...que expliquen el porqué de su afición, a ver si pueden.

    "Cuéntame" ha vuelto el jueves pasado con un episodio dedicado a la música que yo compraba, escuchaba, bailaba y cantaba en mi primera juventud (que quede claro que estoy viviendo la segunda). Me resultó igualmente emocionante ver a Alaska cantando "horror en el hipermercado" sin el pesado de su marido revoloteando alrededor que ver la lata de Cola-Cao en la mesa de la cocina y, me temo, que esa capacidad de los guionistas  de tocarnos a unos cuantos la fibra sensible en pequeñas dosis,  es lo que mantiene a la serie en pie desde hace catorce temporadas. Y en breve, la máquina del tiempo de los Alcántara nos va a colocar en el 23-F, muy oportunamente, ahora que parece que está de moda hablar mal de la Transición. Mi pertinaz memoria me recuerda que el 24-F de 1981 mi profesora de geografía e  historia (antes ciencias sociales) me mandó al pasillo junto con otras secuaces porque nos pilló en plena clase con una radio encendida en la que íbamos siguiendo la evolución del asalto a las Cortes y contábamos el número de guardias civiles que se iban rindiendo. Yo siempre fui una niña buena, pocas veces me tuvieron que castigar en el colegio y una fue ésta, de la cual me siento especialmente orgullosa. Y eso que no estudiábamos educación a la ciudadanía!

    Ardo en deseos de ver el episodio dedicado al 23-F, que muy probablemente pillará a alguno de los Alcántara dentro del Congreso de los Diputados y que muy probablemente también traerá aparejado un aluvión de críticas y de opiniones contrariadas. Quizás olvidamos que no es un documental de la 2, es un ejercicio cnematográfico adaptado a la televisión, desgranado en píldoras de sesenta minutos, imperfecto y emotivo. Así lo veo yo y así seguiré viendo los demás episodios que me sirvan en ésta y otras temporadas, hasta que los recortes nos separen. Así escucharé todas las voces y todas las canciones que me traerán recuerdos de un tiempo no se si más feliz, pero sí felizmente recordado. No se piensen ustedes que vivo alimentada de recuerdos y del pasado, simplemente encuentro muy útil saber de dónde venimos para saber a dónde vamos. Y como dice un proverbio árabe que he escuchado hoy en mi trabajo: "en el pasado, hasta el futuro era mejor"...Buenas noches.

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