martes, 19 de noviembre de 2013

Pepe Gotera y Otilio (y dos)

    Iba yo a escribir sobre la entrevista que Roldán ha concedido este pasado domingo a El País, que me ha parecido entre puramente surrealista o como versión amable, perteneciente al realismo mágico, y claro, con los Pepe Gotera y Otilio rondando por la casa y amenizando mis días a golpe de martillazos, resulta difícil concentrarse sobre cosas serias. Y no es una excusa fácil les advierto, que lo he intentado, diciéndome a mí misma que mi poder de concentración era superior a sus golpes y taladros...pero ni modo. Así que me he tenido que buscar otra terapia ocupacional.

    Y aquí me he dado cuenta que la presencia de estos señores en mi casa, está revelándome cosas de mi propio yo que desconocía hasta ahora ("cada uno tiene sus personalidades" que decía Lola Flores) y vaya usted a saber si no acabaré presentándome a algún concurso televisivo si la obra se prolonga más de la cuenta, o aprendiendo a hacer Petit Point, por poner dos casos extremos; porque desde que vivo encerrada con Pepe Gotera y Otilio, veo a otra Concha que no soy yo, que se transforma cada mañana cual si del hombre lobo se tratara. Les voy a poner un ejemplo esclarecedor. 

    Ya les conté en mi entrada del 11 de noviembre ("Segunda Mano") que, para mi sorpresa, había vendido la bañera antigua de mi cuarto de baño en reforma. De sobra es sabido, porque me harto de repetirlo en este Blog (y porque si me leen ya se habrán dado ustedes cuenta) que yo no tengo talento literario, aunque lo intento. Pero de lo que yo estaba  más segura es de  que no tenía tampoco ningún talento comercial, y resulta que parece que sí lo tengo, porque esta tarde he vendido una lámpara de colgar, y un pequeño lavamanos y (agárrense) un retrete! Vivir para ver. Y no sólo lo he vendido, es que he tenido que pasar el día agarrada al miserable teléfono táctil  respondiendo a unos y dando citas a otros, porque, se lo crean ustedes o no, el mercado del retrete de segunda mano está que arde. Y ya, si quieren más precisiones, les diré que he tenido que descartar un par de llamadas que sólo estaban interesadas en la tapa del retrete (lo que oyen)  y dar la vez como en cualquier mercado de abastos, porque retrete sólo había uno y compradores ansiosos tres o cuatro, que se han quedado con las ganas porque el botín se lo ha llevado el primero que vino, a las siete de la tarde, para ser ms exactos. Y finalmente ni siquiera puedo decir que tenga talento comercial, porque me he limitado a poner un anuncio con poca fé o ninguna y esperar a que alguien llamara, cosa que, para mi sorpresa sucedió. 

    Toda una experiencia sociológica para alguien como yo, que de pequeña no jugaba a los tenderos porque no sabía dar las vueltas, que perdía siempre al Monopoly, que jamás soñé con poner un negocio porque sé que me arruinaría y que hasta hace dos días ni siquiera sabía en qué consistía eBay y demás pàginas afines. No es una mera coincidencia lo de acabar siendo funcionaria, con el talento comercial que Dios me dió lo más lejos que hubiera llegado hubiera sido a la quiebra a los dos días de echarme a la calle. Pero miren por dónde, hoy he vendido un retrete, que es algo de lo que no sé si muchos de los que andan por ahí vendiendo pueden presumir! Y ahora, a dormir, que mañana a las ocho vuelven Pepe Gotera y Otilio y a saber qué otra faceta extraña de mi personalidad van a sacar a la luz...

No hay comentarios:

Publicar un comentario