viernes, 13 de mayo de 2016

Cosas de mujeres

    En los últimos días, contemplo con gran asombro como la menstruación femenina se ha convertido en materia de atención mediática y hasta de debate político. No sé si aquello de darle a las mujeres mayor visibilidad iba por ese lado, la verdad...

    Primero fue la CUP de Manresa, y su ocurrencia de legislar sobre la regla.  Para los que sólo siguen tangencialmente este blog porque no son españoles, que los hay,  diré que es el partido de esa señora catalana que lleva el corte de pelo de la Kale Borroka, equivocándose o de autonomía o de peluquero, a saber. La CUP manresana propone "fomentar el uso de copas menstruales, compresas de telas o (atiza!) esponjas marinas en vez de los métodos tradicionales de contención del sangrado, pues aquellas son menos agresivas para el cuerpo de la mujer y para el medio ambiente". Lo del medio ambiente quizás sea verdad; en cuanto a la agresividad, yo creía que lo agresivo era tener que lavar paños todos los meses como hacían nuestras abuelas y madres y no digamos lo de introducirse una esponja marina por "el lugar del regocijo", que decía el Arcipreste de Hita...Y  dicho sea de paso, y por lo que recuerdo de mis visitas a Grecia, las tales esponjas no son baratas, precisamente. Por no meternos con esa sempiterna manía que tiene el comunismo entendido a la antigua de legislar sobre todos y cada uno de los aspectos de la vida cotidiana. Vade retro!

    Pocos días después de esta ocurrencia, oigo en la radio mientras desayuno a una estudiante de mi país de residencia  que, en estos días en vez de estudiar que es lo propio de la estación, se está paseando por radios y televisiones recogiendo firmas para hacer llegar al parlamento un impuesto llamado "la tasa tampón", consistente en rebajar el IVA exageradamente alto que sufren los productos de higiene femenina que no son un capricho sino una necesidad. Y cuando me pongo a investigar por mi cuenta, descubro que la tal tasa ya fue objeto de debate en Francia (donde se aprobó en diciembre del 2015) y que en varios estados de USA es también asunto candente porque sólo Pensilvania, Maryland y Nueva Jersey tienen imposición cero para esas molestas compras femeninas de una vez al mes. Qué pensará Donald Trump al respecto? Lo habrá incluido Hillary en su campaña?

    Ya ven ustedes que lo de legislar sobre las mujeres en sus días clave no es cosa del Antiguo Testamento ni del Corán ni de rancios Ayatollas. Nunca pensé que nosotros y nuestros días que aquellos llamaban impuros, nos convertiríamos en tal centro de atención desde el punto de vista económico,  más allá del marketing de costumbre. Se acuerdan ustedes de aquel chiste tan malo en el que un niño le decía a otro que le iba a pedir un Tampax a los Reyes Magos? el amigo le preguntaba que para qué servía y éste le contestaba: "exactamente no sé, pero sirve para bañarse en el mar, para ir en bici, para  montar a caballo, para esquiar"...  Yo, que ya voy contando mis estrógenos por lo poco que se manifiestan, no pienso gastar en esponjas marinas más que para usarlas en la ducha; ahora bien, lo de la "tasa tampón" no es ninguna bobada:  echen cuentas las interesadas y verán que a lo largo de la vida activa de los dichosos estrógenos, el presupuesto que se han comido Evax, Always y demás primas hermanas no es nada desdeñable. Ya que volvemos a las urnas, a ver si a alguien se le ocurre proponerla!

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