domingo, 30 de diciembre de 2012

Adios, año cruel

    Miedo me da darle la bienvenida a un año que acaba en trece, y aunque a ésta que lo es no le ha pasado nada malo en los últimos 365 días, intento ser solidaria, que es lo que  se impone en los tiempos recios que atravesamos: el 2012 ha sido un "annus horribilis" para media humanidad. 

    Se han ido para siempre unos cuantos genios y figuras de renombre, les hago una lista breve de las que yo voy a echar de menos: Mingote, Tony Leblanc, Chavela Vargas, Carlos Fuentes, Juan  Carlos Calderón y Antonio Tabucchi. Lo de Miliki ya se lo expliqué a ustedes en otra entrada, y aunque también siento que se hayan muerto Donna Summer, Sancho Gracia y JR (de soltero Larry Hagman) comprenderán ustedes que una tenga sus preferencias y elabore sus propias listas. 

    Y aunque se que la cosa puede engendrar polémica les diré que siento la muerte de Fraga y la de Carrillo, no a partes iguales, y siento que con ellos se cierra la puerta de una España que fue no como quisiéramos que hubiese sido, pero que quizás tampoco sería lo que es ahora sin personajes como ellos...conjuguen los tiempos verbales, concéntrense un poquito en el trabalenguas y quizás algunos de ustedes me den la razón. Léanse las memorias de Fraga y de Carrillo, entenderán ustedes buena parte del siglo XX y mucha parte de nuestros males. 

    Y este año cuarto de la crisis y duodécimo del milenio se ha llevado por delante las esperanzas de muchos desempleados, el pan de muchas familias, el futuro de muchos jóvenes, y los ahorros de muchos viejos. Nos hemos quedado sin la seguridad social que nuestros abuelos construyeron y pagaron, sin la educación que queremos para nuestros hijos y sin la ciencia que nos hará mejores seres humanos porque no hay cuartos para pagarla. Se llevó por delante la vida de Amaia Egaña, que se tiró por el balcón cuando venían a sacarla de su casa, y sus hijos mañana por la noche maldecirán con cada una de las doce uvas que se traguen el año doce y la ola deudora que se tragó a su madre. 

    Y como ya les dije en otras entradas de hace meses, faltará mi maestra, y a mi amigo el lúcido bloguero de cine le faltará su madre, y a mí, que soy una persona afortunada no me faltará nadie. Y este año me tomaré las uvas que, en contra de mis principios he comprado en botecitos ya peladas y sin pipas, a ver si dan más suerte, pidiendo no que me toque la lotería ni que alguien me lleve de viaje  sin decirme el destino hasta llegar al avión (es uno de mis fantasmas, muy confesable ya ven) sino que al menos tres de lo seis millones de parados encuentren trabajo, y que los bancos se conviertan en   Asociaciones benéficas...ya puedo pedir ya...

    Feliz 2013 a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que me siguen, me leen y me lo dicen, nos vemos el año que viene!



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