sábado, 12 de diciembre de 2015

Algo más que la Voz

    Cuando ustedes lean estas líneas con el primer café de la mañana, estaremos celebrando los cien años del nacimiento de Frank Sinatra, que vino al mundo en New Jersey un 12 de diciembre de 1915; si ustedes me conocen un poco, después de cuatro años escribiendo  este blog, imaginarán que no iba a dejar pasar fecha tan señalada. 

    Frank Sinatra fue algo más que La voz; en realidad, según Ava Gardner, la mujer que le quiso con mayor apasionamiento,  la voz no era lo mejor de su cuerpo serrano, aunque para los que no pudimos llegar tan lejos como Ava Gardner (insisto, lean su espléndida biografía "Love is nothing" de Lee Server, yo la tengo hasta subrayada) fue un cantante como quizás no ha habido otro, dentro de una generación donde los cantantes masculinos eran fabulosos: Bing Crosby, Dean Martin, Tony Bennet, Jacques Brel, Domenico Modugno o Charles Aznavour; todos ellos están, para mí, dentro de su genialidad, un escalón  por debajo de Frankie, sin duda. Frank Sinatra era además un actor más que pasable y un gran bailarín, y tenía un auténtico talento natural para la música, pues muchos de los excelentes arreglos de sus canciones eran suyos, arreglos que hacía sin ser capaz de leer una sola línea de pentagrama, y con un tímpano que tenía perforado desde que nació. Cuando veo lo que yo me peleo con los pentagramas de mis partituras de piano, con resultados más que mediocres, me digo que el talento existe y está casi siempre mal repartido. 

    Además, Frank Sinatra es parte de la banda sonora de mi vida: mis padres bailaban sus canciones, creo que ya les conté que  mi abuelo me regaló un tocadiscos cuando tenía cinco años y que para estrenarlo puse como treinta veces en la misma tarde "this boots are made for walking", canción que hizo famosa a Nancy Sinatra, su hija. Que en una de las cogorzas más épicas que recuerdo de mis años universitarios acabamos en un bar perdido cantanto "Strangers in the night" porque daba la casualidad que el pianista era nuestro profesor de geografía; que fue uno de los primeros discos que me compré con mi dinero en uno de mis primeros viajes a Londres y que lo guardo como oro en paño, y que una vez hace casi 25 años, conocí a un chico que tenía en su piso de soltero una foto de Frank Sinatra con el difunto rey Balduino y Gina Lollobrígida y que esa foto aún hoy adorna las paredes de mi casa, supongo que me entienden... Como para no hacerle un homenaje a Frank! Si fuera creyente de las de verdad, hasta le rezaría una novena. 

    Frank Sinatra cantaba como los ángeles (sabrá alguien cómo cantan los ángeles? ) y lo hacía siempre acompañado de unas fabulosas orquestas junto a las cuales los Bisbales y Alboranes de hoy día serían apenas capaces de hacer un acorde. Hizo suyas canciones que no lo eran y que nadie ha cantado como él, como el "my way" de Claude François o el "New York, New York de Liza Minnelli; amó y fue amado por unas mujeres espléndidas (Ava Gardner, Lauren Bacall y Kim Novak, casi nada) y probablemente  era un mafioso y consiguió que nos olvidáramos de ello.

    Y ahora les dejo con mis Sinatras favoritos, la primera, una canción de Cole Porter que nadie ha cantado como él, y mira que hay versiones:


    La segunda, "send in the clowns", cuyo autor, Stephen Sondheim la escribio para ser cantada por una mujer en una comedia musical, de la que nadie se acuerda, al contrario que la canción, inolvidable:
    
Y la tercera y última, como no podía ser de otra forma, "Strangers in the night"


    Podría ponerles como media docena más de vídeos y canciones, pero este formato no me lo permite. Como es un fin de semana de invierno y anuncian lluvia (incluso en la Península) descúbranlos ustedes mismos...No hay otro como él.

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