martes, 8 de marzo de 2016

Un 8 de marzo más

    Si consultan ustedes la hemeroteca (se podrá decir algún día "blogoteca"?) de este blog, verán que jamás falto a la cita con el día de la mujer trabajadora. Hoy con más tiempo para explayarme, pues ni puedo trabajar, gracias a la gripe que, no sólo somos todos (remito de nuevo a mi blogoteca) sino que además contraataca; con la misma virulencia, que lo hacen Raphael, Chiquito de la Calzada o el anuncio de Campofrío.

    Y como cada año,  insisto, no es el día de las mujeres, como vulgarmente algunos proclaman, es el día de la mujer trabajadora, que aunque lo son la gran mayoría, hay todavía algunas que no. Por si quieren ejemplos, les diré que Isabel Preysler, Carmen Martínez-Bordiu, Paris Hilton, Chabelita Pantoja y unas cuantas que conozco pero no proclamo, hoy no tienen nada que celebrar; aunque en el caso de la Preysler no sé yo...Llevar tantos años siendo una señora estupenda es un trabajo, en el fondo. Y aunque hoy lo cuentan en todos los periódicos (algunos con grandes errores, como "El Mundo") no fue un 8 de marzo cuando se incendió la fábrica de camisas  neoyorquina y dentro murieron más de cien trabajadoras.   Fue  en agosto de 1910, en un congreso internacional de mujeres socialistas,  cuando se adoptó la resolución de dedicarle un día a la mujer y a sus reivindicaciones;  y como el 8 de marzo es fiesta por otros motivos en países como China, Vietnam o Rusia (donde las mujeres trabajan) se decidió ese día porque así no faltaban al trabajo para ir a manifestarse.

    Sigo insistiendo en lo de la mujer trabajadora porque es lo que verdaderamente se celebra. Las mujeres traen hijos al mundo y dan la vida, lo cual según la Biblia debería bastarnos para ser felices; pero resulta que no, que algunas, muchas de nosotras y por suerte, cada vez más, necesitamos que nos reconozcan nuestros méritos y los paguen en consecuencia sin pararse a mirar la talla de sujetador; más concretamente, sin pararse a mirar si lo que tienen que reconocer y pagar lleva sujetador o no. En España un tercio de los puestos de alta responsabilidad de la administración pública los desempeñan mujeres, pero curiosamente, en el ministerio de asuntos exteriores, sólo el 2%. El 56% de los oncólogos del país son mujeres, pero sólo el 25% dirigen los hospitales o los centros de referencia donde estas oncólogas, muchas de ellas muy prestigiosas, ejercen su oficio. La brecha salarial, es decir, lo que ellos ganan más que nosotras a igualdad de empleo y responsabilidad es de más del 20% en países que nos parecen tan modernos como Alemania,  y del 19% en España. No nos conformemos, el objetivo es que la brecha sea cero y lamentablemente, ni yo ni mi hija viviremos para verlo, porque las previsiones económicas dicen que si la famosa brecha se cierra, será dentro de 118 años...Que son muchos. 

    Como estoy convaleciente y con el cerebro un tanto en remojo, llevo todo el día navegando por las redes sociales y afines,  y veo todo tipo de dedicatorias y alusiones varias a la mujer, insisto, no siempre a la trabajadora ; siguen abundando los gatitos con dedicatoria, sugerencias de mandar ramos de flores a tu parienta, promociones de descuento en grandes almacenes para la ropa interior (hay que esperar al 8 de marzo para que las bragas estén de rebaja? ) y ofertas de cupones de descuento en restaurantes si tú (macho) llevas a tu pareja (hembra) trabajadora a cenar a un restaurante. Por no hablar de las innumerables alusiones a "cuándo será el día del hombre trabajador?" y los reportajes televisivos sobre esos oficios peligrosos que ahora también desempeñan las mujeres: piloto de avión, bombero, policía, etc. La guinda sobre el pastel la pone la prensa rosa que dedica un extenso fotomontaje a esos hombres magníficos que permiten que sus mujeres "concilien", con el marido de la vicepresidenta del gobierno a la cabeza...No les parece todo demasiado repetitivo, evidente y sobre todo equivocado? 

   Una anécdota para terminar. En mayo de 2014, en un vuelo de Iberia que cubría la ruta Madrid-Sao Paulo, se dio la circunstancia que los tres pilotos y todo los tripulantes eran mujeres. En Iberia hay más de mil pilotos pero sólo unas cincuenta son mujeres, así que fue una feliz coincidencia que se le hizo saber al pasaje (más de trescientas personas) que aplaudieron encantados al llegar a Sao Paulo y lo contaron en las redes sociales. Saben cuál fue el primer comentario que apareció en la página Facebook de Iberia a los pocos segundos de la llegada: "Y cómo han conseguido aparcarlo al llegar al aeropuerto si los tres pilotos eran mujeres? "...A favor de Iberia hay que decir que las mujeres piloto ganan lo mismo que los hombres. Feliz 8 de marzo, amigas trabajadoras y amigos que apoyan  y tratan de igual a igual a mis amigas trabajadoras.

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