martes, 22 de noviembre de 2016

Manual para decir adiós

    Como estoy con el ánimo un tanto alicaído (es lo que toca en noviembre, además) tarareo sin descanso una canción de la que no encuentro trazas en Youtube, y de la que,  además,  mi infalible memoria no me da pistas sobre quién la cantaba. Les dejo el verso principal para que, si quieren ustedes, se entretengan buscándola, la música no la puedo escribir: 

 ..."decir adiós, es mirar atrás, 
 volver la vista, 
y ver que tú no estás"...

     José Luis Perales? Mocedades? Mari Trini? Algún bolero más antiguo que todos ellos? Ni idea. Sólo sé que la canturreo si pausa porque es lo que hago últimamente, decir adiós, palabra a la que tengo en un lugar preferente de mi lista de palabras odiosas, acompañada por "vejez", "invierno", "oscuridad", "despertador", "gordura", "racismo", "intolerancia", "plumas", "pavo", "avestruz" u "hospital". Ya ven que las hay de todos los campos léxicos. Adiós es lo contrario de "hola" que está en la lista de mis palabras favoritas, junto  "verano", "avión", vacaciones", "luz", "amigos", "comida" "piano" o "castillo". Hagan ustedes un análisis freudiano si quieren, están autorizados. 

    Para decir adiós hay que estar preparado y no sé si yo aún lo estoy, quizás sufro de esa falta de madurez que le achaco a mi hijo y me lo tendría que mirar. Sólo les cuento, sin extenderme demasiado, que decir adiós a la luz del día y a una amiga querida que se apaga poco a poco en una cama de hospital, es una prueba de fuerza. Que decir adiós a mi tía de América (ella sabe) cuando apenas hace dos días le dije "hola", duele. Que decir adiós, y no un qdiós cualquiera sino uno definitivo, a colegas de una vida de trabajo que saben de mí casi más que yo misma, es triste, o incluso muy triste. Que decir adiós a quienes van plegando maletas y poco a poco, en goteo incesante,  se marchan del lugar donde todos nos hicimos mayores,  cuesta. Que dentro de unos meses una de mis criaturas me va a decir adiós a mí, y a ver qué cara se me queda; que después hará lo mismo la otra criatura, y que previamente ya dije adiós a las noches en blanco, a la talla cuarenta, a los kilómetros sin agujetas y a las resacas de calimocho. Que he recorrido en maravillosa compañía muchos metros del pasillo de mi vida, y que me voy acercando a la puerta donde está escrito "vejez" (otra palabra odiosa) con menos compañía de la que empecé en la otra punta del pasillo...No me gusta decir adios, y últimamente no hago otra cosa.


   Si alguien encuentra la canción de marras, que me lo diga, que le estaré eternamente agradecido. Mientras tanto, sigo cantándola. Y esperando cambiar muchas adioses tristes por "holas" llenos de alegría.

1 comentario:

  1. https://m.letras.com/motel/1126974/

    https://m.youtube.com/watch?v=oHAVyxKwsS0

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