miércoles, 21 de diciembre de 2011

Consejos que nadie me pidió

    A mí me gusta dar consejos, incluso cuando nadie me los pide lo cual no deja de ser un defecto, o una manifestación del síndrome de la hermana mayor, que lo soy. Lo bueno de los que damos consejos gratis es que no nos importa nada que no nos hagan caso, y entre otras muchas razones que ya expliqué, el hacerme un blog me ha dado la oportunidad de repartir avisos y consejos a derecha e izquierda sin darle la murga a mis seres queridos.

    Aunque quería resistirme a volver a hablar de la Navidad, veo tal angustia vital en muchos amigos y conocidos ante la que se les avecina, que la consejera que hay en mí se ha puesto en marcha. Aquí tienen una pequeña lista de sugerencias para pasar  la Navidad, el fin de año, las uvas, el principio de la cuesta de enero y todo lo que acompaña, y salir indemne del intento. 

    Para empezar hay que ver el telediario de las nueve de mañana día 22: es el día en que entrevistan a todos los que han ganado el Gordo en la lotería. No hay que perdérselo porque es el mejor programa de telerrealidad que se emite sin tener que ponernos en Tele 5 y ver a Belén Esteban; y además  porque es tradición, hace gracia y se ve la evolución económica del país: hace unos años la gente salía con la copa de cava a la calle y anunciaba la lista de todo lo que se iban a comprar (el Mercedes, el apartamento playero, el Rolex) ahora la gente o no lo cuenta o se limita a un lacónico "pagaré la hipoteca" o "taparé algún agujero". Y la tradición es que el gordo le caiga a una peña de murcianos con residencia en la periferia barcelonesa que compraron las participaciones en un bar, vamos a ver si este año la lotería practica un poco más la España plural.

   Películas: ya dije en otra entrada de este blog que hay dos imprescindibles para estas fechas: "Qué bello es vivir" de Frank Capra y la española "La gran familia", que normalmente como este año el 24 cae en sábado nos la pasarán gratis en el "Cine de Barrio". Si se quiere cine en mayor dosis sugiero  aplicarse una  trilogía. Para mí la mejor de la historia del cine es "El padrino" y la que dice el director del Padrino  que en realidad es la mejor: "Toy Story". Se agradece la humildad de Francis Ford Coppola, y dicho sea de paso "Toy Story III" es un peliculón. 

    Lectura, siempre necesaria: la RAE acaba de sacar la edición completa de la poesía de Neruda, nunca está de más releerla. Si optan por la prosa, recomiendo dos de mis  lecturas recientes: " Riña de gatos. Madrid 1936"  de Eduardo Mendoza, para que vean como un catalán escribe sobre Madrid en un castellano que ya quisiéramos practicar los que presumimos de castellanos viejos. Y "El olvido que seremos", del colombiano Hector Abad Faciolince, una historia de amor a los padres como nunca se había escrito hasta ahora. 

   Cocina: ahora es el momento de intentar poner en prácticas todas esas recetas de los suplementos dominicales para hacer que el turrón no parezca turrón...Si alquien consigue hacer una espuma de turrón de Alicante que me lo explique, yo veo más fácil convertir el plomo en oro...

    Ocuparnos con intensidad de nuestros hijos al menos dos o tres tardes. Intensidad quiere decir que el programa de fiestas consiste en ver en el cine "Alvin y las Ardillas III", pasar después por el burguer de turno y al volver a casa jugar una partida de parchís completa sin dejar que nos coman las fichas para acabar antes. Para los que no tienen hijos este capítulo se puede poner en práctica con los sobrinos o con los hijos de los amigos. 

   Hacer un día de "huelga pijama": consiste en pasarse todo el día en casa sin ducharse, sin afeitarse, sin quitarse el pijama y viendo la trilogía del Padrino (por ejemplo) o comiendo una bolsa de patatas fritas detrás de otra. O ambas cosas a la vez. Para que el efecto sea mejor hay que desenchufar el teléfono y negarse a abrir la puerta.

   Hacerse a la idea de que "el amigo invisible" es un mal menor comparado con el paro, el sida, el hambre, los terremotos y la violencia machista. El que no se consuela es porque no quiere. 

   Y sobre todo, mucho relax, ese que yo receto a los demás pero soy incapaz de aplicarme a mí misma. Y que mañana le toque la lotería a los que lo necesiten mucho. Sean felices, que cuesta poco. 
    


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