lunes, 26 de diciembre de 2011

Adios al año impar

    No me gustan los números impares, por desiguales, y este año ha sido impar y nos ha traído, si se me permite el chiste fácil, los sustos a pares. Pero ya le queda poco. Así que voy a hacer mi resumen particular como hacen los periódicos, pero breve y sin dar nombres, no sea que luego me citen en los juzgados por difamación. 

    El año impar nos ha traído los terremotos a la puerta de casa, ya no hace falta viajar a países exóticos para que  la tierra se abra a tus pies, Resulta que con estar en Murcia basta para que se te caiga un campanario encima. Por si fuera poco el temblor de piernas que nos produce el diferencial de la deuda con Alemania, ahora vamos a tener que preocuparnos también  por los temblores de  tierra.  Y hablando de Alemania, en lo que su señorita no se decida a aflojar el monedero y a ponerse de acuerdo con el pequeño Nicolás, vamos a seguir temblando unos cuantos meses más, preveo. 

   En este feo año de cifra impar los españoles decidieron cambiar de gobierno. Que sea para bien quisiéramos todos, pero una vez más me temo aguarles la fiesta, mientras nos sigan gobernando esos objetos, ni siquiera volantes, no identificados que sólo responden al vago nombre de "los mercados", el margen de maniobra del señor de barba blanca y pelo castaño al frente de la nave es menos que el de un petrolero en una bañera. 

   Esperemos que el año par y además bisiesto nos traiga tranquilidad financiera (es posible?) paz en Palestina  (uff...) y empleo para al menos la mitad de los parados de España, por pedir tres cosas "facilitas".Porque si nos ponemos complicados pediríamos  además que nos aclararan quién pagó los trajes del mandatario valenciano dimitido a su pesar, o que haya por fin luz y taquígrafos en el feo asunto aquel del señor todopoderoso que se alojaba en el Sofitel de Nueva York. Y por ahora podemos pasar sin los grandes detalles del caso del  yerno cuyo comportamiento no ejemplar le ha apartado de las fotos oficiales, pero ya reclamaremos más adelante, no se preocupen. 

    Lo que si traerá el año bisiesto será una Eurocopa, para que veamos si los chicos del Marqués nos vuelven a dar una alegría. Y elecciones gordas para el primer presidente negro de la historia y el primer presidente hecho padre durante su estancia en el Eliseo, a ver cómo se las arreglan los dos para seguir donde están. Dicen los creyentes en las profecías mayas o de cualquier género que el 21 de diciembre del 2012 se nos acaba la cuerda; ahora que somos siete mil millones de vidas apretujadas en cinco continentes y 23000 de ellas muriéndose de hambre cada día, lo cual no se si es para estar orgullosos o más bien pensar que la profecía nos la merecemos. 

    El año impar se llevó por delante al padre de todos los cacharros que empiezan por i........... (rellénese la línea de puntos)  y que se nos han hecho imprescindibles; no lloremos más de la cuenta, quizás el año par alumbre a un nuevo genio que nos teletransporte a la Edad Media o a la corte de Maria Antonieta para darnos un paseíto y volver al día de hoy tan frescos y con ganas de no cometer errores pasados, no estaría mal. 

    Y yo paro aquí la retrasmisión porque me voy a dar un respiro, para que ustedes descansen de mí y yo pueda poner mi cerebro a remojar. Estoy escribiendo estas líneas a la vez que veo por la tele por enésima vez "Sonrisas y lágrimas", que aunque me la se de memoria no deja de fascinarme también por enésima vez; y si sigo así, haciendo las cosas de dos en dos (por aquello de que me gusta lo par y no lo impar) se me van a fundir más neuronas de la que ya se funden cada día sin hacer esfuerzos y no quisiera, dada la edad en la que estoy entrando. Así que buenas noches, buena suerte y feliz año nuevo para todos. Nos leemos en el 2012!

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