martes, 6 de diciembre de 2011

Discos solicitados

    En la España de "Cuéntame" donde crecí, había siempre una radio sonando de servicio permanente en las casas, a la cual se le hacía más o menos caso según las horas del día. Tal es así, que muchos de nosotros cuales perros de Pavlov aún segregamos jugos gástricos variados cuando oímos por casualidad la sintonía de "Elena Francis" que marcaba la hora de la merienda, o la de "La saga de los Porretas", que era la del desayuno. Yo fui niña de provincias, así que regresaba cada día a comer a casa, y a la hora en la que se recogía la mesa y se metian las cosas en el friegaplatos (puede alguien explicarme el salto cualitativo que dieron los electrodomésticos para pasar de llamarse "friegaplatos" a "lavavajillas"?) sonaban siempre los "Discos solicitados". 

    Los discos solicitados eran siempre los mismos, los solicitantes eran casi siempre novias con novio en Ceuta haciendo la mili o abuelas con nietecitos cumpliendo años. Raramente se dedicaba un disco a un padre o un hermano y escasas veces a las madres, que para eso tenían ya el día de la madre que, para colmo, era festivo y no se  emitían los "Discos solicitados". Los destinatarios tenían un alto porcentaje de probabilidades de oir la dedicatoria, porque como ya he dicho, todo el mundo oía la radio a todas horas. 

   De todas las melodías escuchadas aquellos años, dedicadas amorosamente por los españolitos de los setenta a su seres queridos, dos se me han quedado grabadas a sangre y  fuego y gracias a Youtube hasta se las puedo pasar aquí  para que las descubran los que me leen y son mucho más jóvenes que una servidora (existen?) y para que recuerden los de mi quinta. Aquí va la ganadora:



    Algún día la historia pondrá a Juanito Valderrama en el sitio que se merece. Y la segunda por orden de frecuencia, era este temazo de Perlita de Huelva, que a pesar de su nombre no viene del Parque Jurásico, porque sigue viva y coleando. Además, la canción   era parte de una campaña  de sensibilización de la Dirección General de Tráfico hacia los peligros de la carretera que, sorprendentemente, aunque viajábamos de ocho en ocho en un seiscientos, sin cinturon de seguridad y con la espalda de tu hermano pequeño como airbag, eran menos mortíferas que en los años que siguieron. Aquí la tienen:



    Lo que nunca entedí fue para qué las abnegadas abuelas dedicaban una canción para camioneros a sus nietecitos que cumplían seis años...Aquello me hacía sospechar un tanto de la veracidad de las dedicatorias, pero ya se sabe que en aquella España éramos todos tan ingenuos como para no descubrir que Elena Francis era un hombre.

   Se me ha ocurrido toda esta astracanada, porque aquello de los discos solicitados era una bonita forma de acordarse de los amigos y de las personas queridas. "Se puede hacer lo mismo en Facebook" oigo que me soplan...no es lo mismo, porque hay soporte visual por medio, es mucho más  concreto y de paso siempre hay veinte prójimos que lo marcan como "me gusta" o "comparten" o se lo mandan a otros veinte, o todas esas cosas que hacemos los que frecuentamos las redes sociales y me incluyo por la parte que me toca. Así que como no puedo dedicar un disco en la radio y dejar que la imaginación eche a volar, y quebrarme la cabeza pensando si el destinatario lo habrá oído o no, voy a usar mis poderes de bloguera para dedicarle un disco a una amiga que lo está pasando mal, o mejor dos discos, uno que le dedico yo:



   Y otro que es el que a ella le gusta escuchar: 



    Animo querida mía!

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