domingo, 25 de octubre de 2015

Castilla

    Aterricé ayer en Barajas sentada en la ventanilla por cortesía de mis herederos; según me voy acercando a la pista contemplo el erial  que rodea la capital de España y me digo que Madrid es lo que es porque alrededor no hay nada. Y también me digo que su católica  majestad Felipe II le hizo un gran favor a esta ciudad  trasladando la capital a este lugar en medio de la nada, que sigue estando en medio aunque ahora de un mar de urbanizaciones de adosados, complejos de ocio, depósitos industriales y nudos de autopistas.
    Sigo ruta por carretera hasta mi ciudad natal, cruzando otros eriales a partir de la sierra madrileña. Razón tenía Machado cuando decía que Castilla es ancha y plana como el pecho de un varón; como la tiene el sacrosanto refranero popular cuando proclama que ancha es Castilla. Es ancha y es amarilla la mayor parte del año, tierra dura, fría, cubierta de pedregales salvo en ese paraíso llamdo dehesa donde se hacen a golpe de bellota esos jamones de antología que, con perdón de los de Jabugo, son los mejores del mundo. 
    Castilla es ancha, larga, plana y adusta; fría en invierno y tórrida en verano. Es esa tierra que cría toros bravos y gorrinos de Pata Negra, animales ambos predestinados al sacrificio y al aprovechamiento ajeno; es esa tierra olvidada por el AVE y los aeropuertos, poblada de viejos y gentes tan adustas como la propia tierra, tan austeras como sus alimentos, tan de pocas palabras como sus poetas. 
    Esa es Castilla y así somos los castellanos. Esa es la tierra que me rodea desde ayer y que esta mañana me ha recibido con una hogaza de pan blanco y una lluvia de otras latitudes, quizás para que no eche de menos nada de lo que dejé atràs. Esa es Castilla, la que la Frikipedia (curioso texto muchas veces cargado de razón) describe como la tierra de donde procedían  los Jedi, aunque  George Lucas no se enteró y donde sus naturales son una mezcla de Homer Simpson y un legionario...Bien pensado puede que tengan razón estos de la Frikipedia. Y como dijo Unamuno (que era vasco): "tú me levantas, tierra de Castilla, en la rugosa palma de tu mano" .Así es.

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