jueves, 1 de marzo de 2012

Se me ocurre

     En el día en que por enésima vez los políticos comunitarios se reunen para elaborar el enésimo documento de buenas intenciones que luego resultan en otra vuelta de tuerca a los apurados bolsillos del contribuyente, se me ocurre que hay un señor llamado Paul Krugman que es premio Nobel de economía (algo sabrá, digo yo) y que escribe cada domingo en las páginas de negocios de "El País" y dice cosas que yo entiendo y me parecen bastante sensatas y que van por la vía contraria de esa maldita austeridad que nos está matando, y nadie le hace caso. Se me ocurre que quizás sí podrían hacerle un poco de caso, visto que la receta que ellos aplican no funciona. 

    En los días en los que los barones autonómicos (de donde vendrá lo de "barones"?) le dicen al gran jefe que ya no queda tela para tanto tijeretazo, se me ocurre que ellos también podrían leer a Paul Krugman, ya que está traducido y no hay que quemarse las meninges en el esfuerzo. 

    Se me ocurre que tenemos (o mejor que tienes ustedes los que viven en España) una Seguridad Social primorosa que, a pesar de sus listas de espera cura por igual a ricos y pobres, con coste cero para sus bolsillos. Y que aunque le echemos la culpa a los políticos de querer cargársela, resulta que los ciudadanos, a golpe de acumular medicinas que no necesitaban y antibióticos que se hacían recetar, de ir los jubilados casi cada día a tomarse la tensión y de acudir los padres a las urgencias a curar un resfriado del niño, son los que de verdad empezaron ya hace tiempo a cargársela. También se me ocurre que quizás pagando una mínima parte por anticipado se pudieran frenar los abusos o al menos desanimar a los adictos a la penicilina. 

    Se me ocurre que se pueden costear más kilómetros de AVE para contaminar menos con el transporte y dar un poco de trabajo a tanto parado y de paso cerrar los aeropuertos para conejos en los que ya no hay dinero para hacer que, a golpe de subvención, vengan los aviones de Ryanair cargados de ingleses borrachos o dispuestos a emborracharse. 

    Se me ocurre que la justicia no debe depender del poder político de turno. Se le ocurrió hace tiempo a Montesquieu (en 1748 concretamente) y parece que muchos quedaron convencidos durante más de dos siglos, cual no es el caso de nuestra querida España, que ya sabemos que "Spain is different"...y en este campo la originalidad no es buena. Y ya que estamos con la cosa judicial y visto la que se ha liado en el último mes entre el que se libró de la condena por unos trajes y el que fue condenado por escuchar lo que no debía, con todo el remolino de opiniones para todos los gusto que la prensa internacional nos ha dedicado; el siguiente procesado estrella de los juzgados de Mallorca quizás debiera salir con un escarmiento un tanto ejemplar, aunque sólo sea para que su Augusto suegro, que está el hombre ya un poco mayor, viva tranquilo en Madrid y no en Suiza y por la fuerza. 

    Se me ocurre que todos los que se dedicaron a comprar pisos en las periferias que nunca pensaron habitar, pero sí venderlos a millón el metro cuadrado, van a tener que empezar a soltarlos por bastante menos del millón que esperaban. Y ya de paso, que puestos a pagar todos lo que debemos, tomemos nota de los italianos (por una vez) y hagamos que la Iglesia Católica pague el IBI, ya que por otro lado seguimos subvencionándola entre todos. Sería un gesto, se me ocurre. 

   Y se me ocurre que las aceras y las papeleras, las farolas y los árboles, los jardines y las plazuelas son bienes públicos, y que si los escolares ya no van a estudiar educación a la ciudadanía y a sus padres se les olvida recordárselo, que les pongan a todos los elementos del mobiliario urbano un cartelito que diga "si lo rompes o lo ensucias, lo tendrán que pagar tus padres con sus impuestos y no te darán para el móvil".

    Y si todo esto se me ocurre a mí, que no soy nada ni nadie, por que no se le ocurre a los que nos gobiernan? Y si se les ocurre por qué no lo ponen en práctica? Y si no lo hacen porque les da miedo que no les voten, quién les dijo que tenían que ganar siempre? Las elecciones se pierden como se perdía en el patio del colegio jugando a las chapas, y no pasa nada. Pero eso nadie se lo cuenta a nuestros niños que luego se hacen adultos pensando que sólo se puede ganar, y así estamos...Se me ocurre!

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